Turquía dio ayer el visto bueno a la construcción del gasoducto South Stream en aguas del Mar Negro, según anunció la empresa rusa Gazprom, que tiene una participación mayoritaria en South Stream.
El visto bueno lo dio el ministro de Energía de Turquía, Taner Tildiz, durante las negociaciones con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, según informan las agencias de prensa de Moscú. La sociedad de propósito especial creada para construir el gasoducto South Stream es propiedad no solo de Gazprom, sino también de Eni, de la francesa Edf y de la alemana Wintershall.
El consentimiento de Turquía acelera significativamente la definición del proyecto que, al aislar a Ucrania, podría facilitar el suministro de gas a Europa pero también subordinar cada vez más el Viejo Continente a Rusia en términos energéticos. El proyecto, que se espera esté terminado en 2015 y tiene una capacidad de transporte de 63 millones de metros cúbicos de gas, es competidor directo del otro gasoducto llamado Nabucco.
