Italia apuesta por la economía verde y las renovables, obteniendo resultados respetables, a pesar de que pocos lo toman en consideración. Así se desprende del "Informe sobre el estado de la economía verde 2016 - Perspectivas de Italia para 2017" presentado por la Fundación para el Desarrollo Sostenible durante el evento organizado en Roma por ING Italia para celebrar sus diez años de compromiso en el sector de la energías renovables.
El estudio comparó los resultados de la economía verde de las principales economías europeas (Italia, Francia, Alemania, España y el Reino Unido). Bueno, Italia mostró el mejor desempeño en general, ocupando el primer lugar por delante de Alemania y el Reino Unido. En particular, destacaron los sectores de renovables, gestión de residuos/economía circular y producción agroalimentaria de calidad.
Sin embargo, Italia registra una "percepción verde" inadecuada a nivel internacional entre expertos y tomadores de decisiones, ubicándose solo en el puesto 29 entre 80 países, mientras que en términos de desempeño real, gana el puesto 15 (Fuente: Dual Citizen "Global Green Economy Index").
En detalle, Italia adolece de un déficit importante en algunos aspectos específicos, incluidos el liderazgo y el cambio climático, a pesar de los buenos resultados obtenidos. Por el contrario, países como Alemania registran niveles de percepción verde que son mejores que los desempeños realmente logrados.
El informe también destaca que, a pesar de la ralentización registrada en el sector de las energías renovables desde 2013, Italia es la única gran economía europea que ha alcanzado cinco años antes el objetivo de 2020. Según Eurostat, de hecho, en 2015 en Italia el 17,5 % del consumo de energía está cubierto por renovables, valor superior a los registrados en Francia, Alemania y Reino Unido. Italia también presenta resultados interesantes en términos de eficiencia energética, con una intensidad energética del PIB sólo superada por la del Reino Unido, también gracias a unas condiciones climáticas y una estructura económica ciertamente favorables.
Otro aspecto importante que destaca el informe es el crecimiento de la participación del sector crediticio y financiero. Este es un sector particular de la economía, con una propensión natural a evaluar sus estrategias más allá del corto y mediano plazo y, por lo tanto, inclinado a reducir la exposición a los riesgos relacionados con el cambio climático, incluidos los asociados con las inversiones en tecnologías altamente contaminantes.
Con esto en mente, ING en Italia ha logrado una exposición al sector en su conjunto de aproximadamente 600 millones de euros en el transcurso de diez años. Al mismo tiempo, el grupo de origen holandés financia proyectos que aceleran la transición de los clientes corporativos hacia una mayor sostenibilidad de su negocio y apoya a aquellos sujetos que desarrollan soluciones a los desafíos que plantea el contexto social y ambiental.
En el sector solar fotovoltaico, por ejemplo, la exposición de la división de banca mayorista de ING Italia a través del departamento de Finanzas Estructuradas se ha multiplicado por diez desde 2011, año de la primera operación, por un compromiso limitado por valor de unos 20 millones, acercándose en 2016 a 200 millones de euros. El grupo de origen holandés, a finales de 2016, tenía una exposición total del área de Financiación Inmobiliaria Sostenible en Italia igual a 520 millones de euros, correspondientes al 30% de la cartera total.
Gracias a los resultados obtenidos en el ámbito de la sostenibilidad a nivel mundial, en 2016 el grupo ING obtuvo el primer puesto, entre 395 bancos cotizados considerados, en el ranking elaborado por Sustainalytics, líder en investigación en sostenibilidad. ING también logró una puntuación de 90 sobre 100 en el índice de sostenibilidad Dow Jones (DJSI), frente a una puntuación media de la industria de 61.
