Más de 2,8 millones de euros. Esta es, según el informe anual de actividades de vigilancia realizado en 2013 por la Autoridad de la Energía, la recaudación determinada por el incremento del IRES introducido con la Tasa Robin Hood en el bienio 2011-2012: 2,4 millones procedentes de empresas del sector electricidad y gas y unos 400 millones de las petroleras. La prohibición de repercutir los precios al consumidor sigue en aumento.
El informe también destaca la progresiva disminución del número de operadores supervisados, que pasó de 552 en 2009 a 386 en 2012. Para 2013, la Autoridad realizó controles por muestreo a las empresas que superan el llamado umbral antimonopolio, es decir, con una facturación mayor de 482 millones de euros.
