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UE: semestre italiano, las 81 páginas del programa Renzi

El primer ministro Matteo Renzi inauguró la presidencia italiana de seis meses de la Comisión de la UE presentando un programa de 81 páginas bajo el lema de las políticas de crecimiento: el rigor financiero por sí solo no genera crecimiento económico ni empleo: ¿será suficiente para convencer a Alemania?

UE: semestre italiano, las 81 páginas del programa Renzi

Es un programa ambicioso, muy ambicioso, el contenido en las 81 páginas que Matteo Renzi entregó al Parlamento Europeo ayer por la tarde en Estrasburgo, justo antes de entrar en la sala para presentar el semestre italiano de presidencia del Consejo de la UE. Un programa que enumera las muchas (¿demasiadas?) prioridades que inspirarán la acción de Italia en Europa durante estos seis meses de presidencia de un órgano clave -el Consejo de la Unión Europea, de hecho- de la compleja arquitectura institucional que reúne a 28 Estados miembros y 500 millones de ciudadanos. Un solo organismo que, sin embargo, incluye diez "formaciones" diferentes (el equivalente a otros tantos ministerios en un gobierno nacional) cada una de las cuales está dirigida por el ministro correspondiente del estado miembro al que se le encomienda la presidencia semestral. Presidencia que, según un calendario fijado hace unos años, corresponde a cada uno de los 28 países miembros de la UE por turnos.

En este contexto, ayer Renzi presentó una innovación. En lugar de enumerar los objetivos que Italia pretende alcanzar en estos seis meses de presidencia (que están recogidos en el documento entregado preliminarmente al Parlamento Europeo), prefirió brindarse la oportunidad de pronunciarse -de improviso, como es su costumbre- un discurso más amplio, lleno de imágenes cautivadoras y referencias cultas. Un discurso, repetidamente interrumpido por los aplausos de los eurodiputados, para instar a los líderes nacionales y comunitarios a arrojar el corazón sobre el obstáculo y devolver así "un alma a Europa". En definitiva, un discurso para reafirmar la creencia de que, respetando las normas que la Unión Europea (y por tanto los Estados miembros) se ha dado a sí misma, el rigor financiero por sí solo no conduce al crecimiento económico ni al empleo.

Y este es, por supuesto, el leitmotiv del programa de trabajo de la presidencia italiana para el semestre que acaba de comenzar, como se deduce de la lectura del documento entregado al Parlamento Europeo por nuestro Primer Ministro. Un documento que se abre con la afirmación según la cual en el semestre que acaba de comenzar “la UE puede sentar las bases de importantes avances en muchos sectores”. ¿Cómo? Abordar los grandes desafíos de hoy. Que son “la recuperación de la crisis económica y financiera, el aumento del empleo, el fortalecimiento de los derechos fundamentales, el apoyo a los ciudadanos europeos para adaptarse a un mundo que cambia rápidamente”. En esencia, la presidencia italiana pretende así "dar un nuevo impulso al proyecto europeo".

En concreto, la presidencia italiana, asegura el documento, “hará todos los esfuerzos posibles para revitalizar la estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente e integrador”. Centrarse en las reformas a nivel nacional y europeo (también con incentivos comunitarios) y en la innovación, es decir, en las principales herramientas para promover la recuperación económica. Y, en este sentido, la presidencia italiana afirma que en materia de decisiones estratégicas “la coordinación entre estados ya no es suficiente”; en cambio, necesitamos "herramientas de toma de decisiones más eficaces para la acción conjunta capaces de obtener resultados concretos y medibles".

Y así -entendiendo que la moneda única, a pesar de "cierta desilusión" generalizada entre los ciudadanos, sigue siendo una piedra angular indispensable y que la presidencia italiana "continuará su trabajo para profundizar y fortalecer la unión económica y monetaria"- para que la respuesta Unión Europea ante la crisis es realmente eficaz, afirma el documento, será crucial para mejorar la competitividad industrial y al mismo tiempo ampliar las oportunidades de empleo.

En el primer frente, la presidencia italiana “contribuirá a perfilar un marco que incluya sistemáticamente el 'renacimiento industrial' en todas las políticas que afecten a la competitividad”; centrándose sobre todo en la investigación y la innovación, “pilares del crecimiento sostenible y factores clave para la competitividad de la industria europea.

En el segundo, “concentrará sus esfuerzos en la movilidad, el diálogo social, la creación de nuevos puestos de trabajo, la reforma estructural de los mercados laborales, la inversión en capital humano”; con especial énfasis “en la plena implementación de las iniciativas en curso para combatir el desempleo juvenil”.

Con vistas a conciliar la política industrial, los costes de la energía y la lucha contra el cambio climático, la presidencia italiana "promoverá también una mayor diversificación de fuentes y rutas, junto con una política exterior centrada en la seguridad del suministro energético" y espera " llegar a un acuerdo sobre el nuevo marco climático-energético en el Consejo Europeo (la cumbre de jefes de estado o de gobierno - ed.) prevista para el próximo octubre".

La presidencia italiana también tiene la intención de estimular el progreso "hacia un verdadero mercado único de comunicaciones electrónicas y servicios en línea mejorando las infraestructuras digitales también en la administración pública, promoviendo proyectos a largo plazo e invirtiendo en habilidades digitales". Y trabajar para "conseguir un marco de financiación más eficaz para la innovación a través de Horizonte 2020, que cuenta con 80 millones a destinar a lo largo del periodo de programación de siete años que acaba de comenzar, los Fondos Estructurales Europeos, los fondos de financiación y las oportunidades que ofrece la Unión Europea". Banco de inversión".

Finalmente, mirando con acierto a nuestro país en cuyas fronteras del sur se están produciendo enormes tragedias en un contexto de gran indiferencia de los socios europeos, la presidencia italiana se fija el objetivo de "mejorar y reforzar la gestión integrada de las fronteras exteriores en el pleno respeto de los derechos fundamentales derechos". También pretende trabajar para aprobar nuevas normas y buscar nuevos acuerdos sobre asilo. Y, sobre todo, a continuar sus esfuerzos para promover una solidaridad genuina a nivel europeo. Por último, reiteró que el desarrollo de una política migratoria europea común combinada con la agenda europea de crecimiento "sigue siendo una prioridad" para la presidencia italiana.

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