En 2015, las personas empleadas en la zona del euro aumentaron en 1,4 millones, lo que representa solo una recuperación parcial del nivel de empleo anterior a la crisis. En comparación con 2008, el número de ocupados es aproximadamente 3,2 millones menos. En Italia, la tasa de empleo en 2015 alcanzó el 56,3 %, frente al 55,7 % del año anterior.
Durante la crisis, el mercado laboral en Italia presentó diferentes dinámicas tanto a nivel territorial como sectorial. Observando las variaciones entre 2008 y 2015, a nivel territorial se evidencia que el Sur fue la zona más afectada en términos de contracción del empleo. Frente a una caída en el empleo igual a 626 unidades a nivel nacional, en el Sur se perdieron 62
puestos de trabajo, con una contracción del empleo igual al 7,5%. El Norte registró una reducción de 232 mil unidades, con una incidencia porcentual mucho menor (1,9%), mientras que en las regiones centrales el empleo aumentó en 88 mil unidades (+1,8%).
Entre los sectores de actividad económica, las 626 pérdidas de empleo respecto a antes de la crisis derivan de un saldo negativo de 905 registrado en la industria, de un saldo positivo de 291 en los servicios, mientras que la agricultura pierde unos 11 puestos de trabajo con una ligera contracción superior al 1%. . De los 186 nuevos puestos de trabajo en 2015, más del 90 por ciento se pueden atribuir al sector servicios, el único que registra una cantidad de puestos de trabajo superior a la anterior a la crisis.
Durante la crisis, el empleo presentó dinámicas diferenciadas también según el rango de edad, el tipo de contrato y el nivel de educación de los trabajadores. En el período 2008-2015, frente a una reducción del empleo equivalente a casi dos millones de unidades para la clase de 15 a 34 años, se registró una contracción mucho menos acentuada para la clase de 35 a 49 años (-500 mil unidades) y un aumento de 1,8 millones para los mayores de 50. Entre las distintas categorías contractuales, el trabajo a tiempo parcial fue el único que creció de forma sostenida incluso durante la crisis. Frente a 2008, los trabajadores permanentes con jornada parcial aumentaron en 687 unidades (26,8 por ciento).
Entre 2008 y 2015, ante un descenso generalizado de la tasa de ocupación, las dificultades fueron menores para aquellos con mayor nivel educativo. No solo en términos absolutos la tasa de empleo es mayor con un título de educación superior, sino que también en términos relativos, las variaciones negativas registradas durante la crisis fueron más contenidas. En 2015, en la fase de recuperación del mercado laboral, aunque aumentó para todos los niveles educativos, la tasa de empleo creció con más fuerza para los graduados.