Erdogan vuelve a gobernar Turquía en solitario y, por tanto, podrá llevar a cabo su proyecto de reforma en el sentido presidencial. En las elecciones anticipadas, cuando el recuento de votos ya supera el 80%, el conservador Partido Islámico Justicia y Desarrollo (AKP) obtiene casi el 51% de los votos. El Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata, principal voz de la oposición) obtiene en cambio el 24% de las preferencias, mientras que el partido pro-kurdo progresista HDP (Partido Democrático del Pueblo) se sitúa en el 10,46%, en la barrera del umbral del 10%. Finalmente, los nacionalistas del partido Mhp se detienen en el 11,7%.
Un panorama por confirmar y aclarar con datos definitivos, pero que promete al AKP unos 320 escaños en la nueva Gran Asamblea Nacional turca, el parlamento unicameral de Ankara: muy por encima de la mayoría absoluta que se sitúa en 276 escaños (la mitad de los diputados más uno). . Para Erdogan se trata de una redención triunfal tras el golpe de las votaciones de junio pasado, que por primera vez desde 2002 -cuando llegó al poder- lo vio privado de la mayoría necesaria para un gobierno unilateral.
Ahora, tras una campaña centrada en temas de seguridad y estabilidad, tras meses de tensiones y renovada violencia en el sureste, tras sangrientos ataques como los de Suruk y Ankara, los votantes turcos vuelven a votar por el "Sultán", indiscutiblemente hombre fuerte, aunque criticado por muchos como director de la fuerte polarización de la sociedad turca.
La votación de hoy penaliza duramente a los prokurdos del HDP, tras el gran debut del pasado mes de junio (13% de los votos) que se había convertido en una llave inglesa en el carro presidencial. El líder Selahattin Demirtas, una estrella en ascenso en la política turca, ha sido atacado constantemente por el AKP. Y tras el ataque kamikaze a una manifestación organizada en Ankara para pedir la paz con el PKK kurdo, interrumpió sus manifestaciones.
Mientras tanto, la oposición socialdemócrata del CHP parece sustancialmente estable en comparación con junio, mientras que los nacionalistas del MHP están a la baja. En esencia, el AKP habría drenado los votos de los nacionalistas y del HDP. En Estambul, donde el HDP fue especialmente fuerte en junio, hoy los pro-kurdos (con el 90% de los votos escrutados) se han quedado ligeramente por debajo del 10% de los votos.
