I-phones, electrodomésticos, scooters y tablets: a partir de hoy, los bancos y las oficinas de correos no solo venden productos financieros, sino también consumibles. Se trata de una novedad revolucionaria que acerca a los bancos a los comercios en toda regla con el extra de engranaje vinculado a la oferta de préstamos útiles para la compra del producto.
El cambio de rumbo de las oficinas de correos y entidades bancarias tiene como objetivo acercar a sus clientes, ofreciendo servicios que van más allá de los productos financieros, pero también tratando de captar nuevos clientes. Las instituciones están ahondando en aguas desconocidas hasta ahora: desde hipotecas y préstamos hasta vacaciones y productos electrónicos.
Pero, ¿cuáles son las ventajas de comprar en el banco? En primer lugar, los precios mucho más competitivos de las propias tiendas de electrodomésticos (neto de cualquier oferta especial). Pero también y sobre todo asistencia desde el momento de la compra hasta la posible necesidad de un préstamo o financiación para pagar el propio producto.
Comprar en un banco significa aprovechar la financiación interna, a menudo a cero intereses. Además, los gastos adicionales como los de apertura del procedimiento de financiación o el adeudo mensual en cuenta corriente, en muchos casos, quedan anulados. Algunos institutos también prevén el envío gratuito del producto, la instalación o la recogida de artículos usados.
