Si la política no piensa en ello, el deporte viene al rescate. No es ningún misterio que en los Estados Unidos el poder mediático de la NBA, la liga de baloncesto más seguida del mundo, y su icónico jugador, LeBron Jamesva mucho más allá de los límites del campo de juego. Muchos recordarán el respaldo de la estrella de Los Angeles Lakers (en ese momento con los Cleveland Cavaliers) a la candidata demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de 2016. Luego, durante el mandato de Donald Trump, el mundo de la NBA a menudo y abiertamente se puso del lado de formas intolerantes de el presidente. Pero ahora el balón del óvalo quiere hacer aún más: el torneo se ha reiniciado tras el cierre por el Covid (se están jugando los playoffs) y se ha casado institucionalmente las instancias del movimiento Black Lives Matter. El lema de la protesta afroamericana destaca en grandes letras sobre el parquet de los partidos de la "burbuja" de Orlando, donde todos los encuentros se juegan a puerta cerrada.
Por lo tanto, no es casualidad que Trump haya dicho repetidamente que desprecia el torneo y que no quiere asistir. Pero tendrá que lidiar con el hecho de que los playoffs y sobre todo la final se jugará en plena campaña electoral (están previstas para la primera quincena de octubre) y que la visibilidad que tendrán LeBron James y sus asociados podría ser decisiva para involucrar al electorado afroamericano y por tanto decidir el destino de la votación del 3 de noviembre. También porque el compromiso de la NBA seguirá hasta esa fecha. De hecho, en los últimos meses nació More Than A Vote, un movimiento de baloncestistas liderado una vez más por LeBron James (pero ya se han sumado deportistas de otros deportes y estrellas de la farándula) que han lanzado otro desafío al presidente Trump: los jugadores donar varios millones de dólares para aumentar el número de contadores en los colegios electorales de las comunidades afroamericanas, sobre todo en los llamados estados de oscilación a saber, Georgia, Michigan, Wisconsin, Florida y Ohio.
La iniciativa se hace para contrarrestar el hecho de que el magnate claramente está tratando de sabotear la votación, reduciendo el personal en los colegios electorales con la excusa del Covid e incluso asumiendo aplazarlo, tras haber declarado que no confiaba en el voto por correo. La Cámara ya ha intervenido en el voto por correo, donde los demócratas son mayoría y han refinanciado el correo con 25 millones, para garantizar un método de votación que será muy importante estos días. Pero para ayudar a que la sesión sea aún más regular, con la presencia física de escrutadores en las circunscripciones, el colectivo liderado por LeBron James sale al campo. El proyecto, en colaboración con el Fondo de Defensa Legal de la NAACP, tiene como objetivo no solo reclutar jóvenes para que sirvan en los colegios electorales en estados indecisos donde la presencia de afroamericanos es alta, sino también para financiar una correcta campaña de información invitar a los ciudadanos a ejercer su derecho.
De hecho, se necesitará ese dinero: por ejemplo, Wisconsin, que en abril fue uno de los primeros estados en celebrar elecciones primarias después de que el virus se propagó por todo el país, tuvo que reducir los lugares de votación de Milwaukee de 180 a 5, debido a la escasez de trabajadores electorales. Los expertos – informó el New York Times – han afirmado que tales cierres han tenido un efecto particular en las comunidades negras, donde el acceso a los colegios electorales ya está mal garantizado: “Ciudadanos en fila -escribió el prestigioso diario- esperaron más de cuatro horas y muchos se quejaron de no haber recibido la papeleta para votar por correo, después de haberla solicitado”. Para garantizar una presencia generalizada de los colegios electorales incluso en las zonas más abandonadas por la política, interviene el deporte. Porque el del 3 de noviembre, muchos lo piensan ahora, es "más que una elección".