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Mundial, se cierra el telón sobre Brasil: final con Holanda con decepción en el corazón

MUNDIAL - Tras la histórica debacle ante Alemania, la Seleçao se ve "obligada" a volver ante su afición para la final por el tercer puesto ante Holanda: un partido del que ambas selecciones habrían prescindido y que no será suficiente para consolar ellos por perderse la final.

Mundial, se cierra el telón sobre Brasil: final con Holanda con decepción en el corazón

Peor que el Maracanaço por tres motivos: los 7 goles encajados, el protagonismo mediático infinita y despiadadamente mayor que el de 1950 y la obligación, cuando quisieran pensar en otra cosa menos en el fútbol, ​​de volver al campo apenas cuatro días después, y aún frente al propio -eufemísticamente decepcionado- público.

Brasil, tras el histórico 1-7 sufrido por Alemania en semifinales, hubiera prescindido gustosamente de salir a la cancha contra Holanda para luchar por un tercer puesto que, en el ambiente actual, definir inútil es incluso quedarse corto. Sin embargo, después del Mineiraço, esta noche se verá obligado a hacerlo: será la capital Brasilia y no la hermosa Río la que cerrará el telón de la Copa del Mundo de oro verde.

Eso sí, sólo en la verde y oro, porque burlonamente al día siguiente todas las luces estarán centradas en los verdugos de la Seleçao y en los rivales de todos los tiempos de Argentina, que llevaba 24 años perdida la final y que han encontrado su inspiración en suelo brasileño. El domingo por la noche, para los 200 millones de súbditos de Dilma Rousseff –ya abucheada en el partido inaugural y cuya reconfirmación tras el fracaso mundial parece menos obvia– seguirá siendo Maracanaço bis: porque esta vez ni siquiera estarán, y porque Verá la final con terror que gane la odiada Albiceleste.

La de Maradona, que una vez más y ahora más que nunca "es mejor que Pelé", como también recuerda el eslogan "Decime que se siente...", ahora hit veraniego de los miles de hinchas argentinos que invaden Brasil. La de Messi, que al levantar la Copa eclipsaría definitivamente a Neymar en el que debería haber sido su Mundial, aplazando la consagración del nuevo fenómeno para una fecha posterior.

Pero mientras tanto está Holanda, también con las motivaciones bajo sus tacos. En la era de las redes sociales, completa e inmediata, cocinada y comida, hay poco espacio para aspirar y tal vez presumir de un tercer lugar en el mundo. Menos aún que en el pasado, cuando, por ejemplo en Italia '90, la selección azul, herida de muerte por su eliminación en semifinales a manos de Argentina, vivió la final de Bari como una celebración, honrando su compromiso con una victoria. sobre Inglaterra 2-1.

Por supuesto, no regresábamos de un 1-7, pero el clima de decepción era algo similar. Quién sabe cómo lo interpretarán Brasil y Holanda, pero podemos jurar que en un fútbol en el que juegas cada vez más y en el que siempre estás en el punto de mira, cuando hay una oportunidad de ruptura es mejor tomarla sobre la marcha. . Es mejor que los jugadores y el cuerpo técnico piensen en las vacaciones y la refundación respectivamente. ¿Para que finalmente podamos ver un juego jugado abiertamente?

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