comparte

El precio de las sanciones en Rusia también afecta a los alimentos y las divisas

El colapso de la confianza en la economía rusa se evidencia en la salida de capitales, donde la depreciación del rublo también ha agravado el nivel general de precios con repercusiones en la inflación y el consumo privado.

El precio de las sanciones en Rusia también afecta a los alimentos y las divisas

En 2013, la economía rusa creció solo un 1,3%, consecuencia directa de una débil evolución del consumo y las inversiones, acompañada de un desempeño igualmente débil de las exportaciones. En parte como resultado de la crisis de Ucrania, este proceso continúa en 2014, con un crecimiento del PIB del 1,1% en la primera mitad del año, debido a la caída de las inversiones. Las primeras consecuencias ya se están sintiendo en la economía rusa: las sanciones generan mayores costes de financiación para las empresas y los hogares, una mayor salida de capital y ejerce presión sobre el rublo, lo que lleva a una mayor inflación y una reducción del consumo. La demanda de consumo e inversión corre el riesgo de debilitarse aún más debido al aumento de la inflación, mientras que las exportaciones en sectores no relacionados con la minería se verán limitadas por un entorno externo débil. Si bien se espera un tímido repunte en 2015, las perspectivas a largo plazo son muy limitadas, cuando el impacto de las sanciones se sentirá aún más en el nivel ya reducido de inversiones. Entonces se convierten Las nuevas inversiones en tecnología y el sector financiero son de vital importancia..

El colapso de la confianza en la economía rusa es evidente por la salida de capital: 62 mil millones de dólares en el primer trimestre de 2014 para un total de 87 mil millones en la primera mitad del año. Esa salida afecta la adquisición de activos extranjeros por parte de los bancos (flujo de caja) y los depósitos en moneda extranjera por parte de las empresas.. Se espera que la salida de capital alcance los 100 millones de dólares a finales de 2014, frente a los 65 millones de dólares del año anterior. Las salidas de capital y el aumento de la incertidumbre económica han llevado a una mayor volatilidad de la moneda. En los últimos doce meses, el rublo ha perdido alrededor del 8% de su valor frente al euro y al dólar. Como resultado, el banco central de Rusia ha intervenido repetidamente para apuntalar el tipo de cambio, elevando su tasa de interés clave tres veces desde febrero, del 5,5 % al 8 % actual.

La depreciación del rublo también ha agravado el nivel general de precios: la tasa de inflación fue de 7,5% en julio, con proyecciones de 7% a fin de año. Dada la moderación adicional de la depreciación en la segunda mitad del año, se espera que la inflación supere el 7% en 2014. Sin embargo, la prohibición de importación impuesta recientemente a las exportaciones de alimentos de la UE agravará aún más estas tendencias, favoreciendo la producción local con mayores costos de recursos. Con la consiguiente ralentización del crecimiento del consumo privado hasta el 0,4% a finales de año.

Revisión