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El manifiesto de Assolombarda contra la demagogia grillolega

Carlo Bonomi, presidente de los industriales lombardos, lanza un auténtico manifiesto para decir "Basta" al populismo: el texto contiene también tres propuestas para relanzar la política económica

El manifiesto de Assolombarda contra la demagogia grillolega

Carlos bonomi es un presidente que honra la mejor tradición de Assolombarda y al histórico compromiso civil y político de la mejor burguesía milanesa que está idealmente ligada a Verri y Cattaneo.

En una situación muy crítica y peligrosa no sólo para la economía sino también para la propia evolución democrática de Italia, Carlo Bonomi sintió la necesidad de lanzar una verdadera Manifiesto para decir "Basta" al populismo que ha tenido como objetivo repartir propinas a determinadas categorías de sus votantes con el resultado de bloquear el crecimiento y perjudicar a todo el país, que de hecho es el único que registra tasas de crecimiento cercanas a cero entre todos los países europeos, Grecia y los países ibéricos, que también estaban en mora o cierre, inclusive.

Falta una visión del futuro. Las inversiones están paralizadas: aquellos público por incapacidad política y aquellos privados por las negativas expectativas suscitadas por las numerosas declaraciones belicosas de los líderes de los dos partidos que apoyan al gobierno de Conte, y por las medidas adoptadas, todo ello en un sentido antiindustrial y antieconomía de mercado.

El presidente de Assolombarda declara que quiere permanecer estrictamente adherido al terreno económico, que es responsabilidad de las empresas, pero luego no puede evitar estigmatizar fuertemente las posiciones de política exterior de Di Maio y Salvini, afirmando que ciertas ambigüedades y ciertos contrastes dañan la economía italiana y por tanto son contrarias a nuestro interés nacional. 

La acusación de Bonomi continúa por las medidas adoptadas por este gobierno, que no ha hecho nada para facilitar la inversión y el crecimiento empresarial, pero además apostó todas sus cartas a medidas como cuota 100 y renta básica que no sólo han tenido menos éxito de lo esperado, sino no han servido para reactivar el crecimiento económico. Después de todo, la polémica contra la llamada "austeridad" que nos impondría Bruselas es falsa y explotadora. Bonomi demuestra que en los últimos años nuestra deuda ha aumentado en más de 500 millones pero los resultados sobre el crecimiento han sido nulos o modestos. En breve no es el déficit público lo que puede dar un impulso real a nuestra economía

En impuesto único deseado por Salvini El juicio de Bonomi es particularmente severo. De hecho esa medida, al menos según los pocos avances disponibles hasta el momento, no sería un verdadero impuesto de tipo único sino la continuación de una segmentación del sistema tributario a través de la proliferación de sumas alzadas que no sólo reducen efectivamente la progresividad, sino que restringen la base de contribuyentes, afectando particularmente a la renta fija.

Las medidas de política económica sugeridas por Bonomi son esencialmente tres: concentrar los recursos en cortar la cuña fiscal promover el trabajo; restablecer de manera integral y estructural las disposiciones de Industria 4.0, incluidos los relativos a la formación; Y aumentar la inversión en infraestructura y en particular en el digitalización de la AP y las empresas. Por supuesto, luego están las otras reformas, desde la Justicia hasta la educación y la investigación, pero desde el punto de vista de la maniobra económica para el próximo otoño, esas prioridades darían la señal de un punto de inflexión en la política de gobierno que podría influir positivamente en las expectativas. 

Por último, dos pequeñas críticas al manifiesto. Sobre el salario mínimoBonomi dice claramente que la medida de los 9 euros es absurda, ya que en todos los países se fija en un nivel equivalente a aproximadamente el 50 % del salario medio, mientras que en Italia sería igual al 80 %. Pero entonces Bonomi se lanza a la defensa a ultranza de la negociación sindical tanto de primer como de segundo nivel, afirmando que todos los problemas de competitividad pueden ser abordados por las fuerzas sociales a través de la negociación. Cierto, pero hasta ahora esto no ha sucedido, y el cambio de ritmo por parte de los sindicatos no parece estar al alcance.

En segundo lugar, en temas más estrictamente políticos, Bonomi se mantiene a distancia, aunque hay un curioso pinchazo en el 5 Estrellas y la Liga cuando les recuerda que el actual gobierno no fue elegido por el pueblo sino que nació en el Parlamento sobre una base pretenciosa y un "contrato" algo ridículo. Sin embargo, fueron precisamente la Liga del Norte y los Grillini quienes, en pasadas legislaturas, habían hecho de los presidentes del Consejo no elegidos directamente por el pueblo su caballo de batalla amargamente polémico. En cambio Bonomi evita abordar el tema de las reformas constitucionales y la autonomía diferenciada que corren el riesgo de distorsionar nuestras instituciones y causar graves problemas también a las empresas. Y sería bueno que los empresarios también prestaran más atención a estos temas.

Sin embargo un manifiesto de gran importancia política. Es de esperar que obtenga el apoyo de otras asociaciones industriales, especialmente las del Norte, que aún parecen fascinadas por la Liga y subestiman el peligro de la soberanía y de nuestro aislamiento en Europa y en el mundo. 

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