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El lujo paga la guerra fría y la huida de Hong Kong

Las ventanas de la capital de las compras de lujo (desde grandes nombres hasta relojes) se vacían debido a las tensiones entre Estados Unidos y China y el control de Beijing sobre el antiguo protectorado británico: Ferragamo y Moncler caen en el mercado de valores.

El lujo paga la guerra fría y la huida de Hong Kong

La Guerra Fría Ella está de vuelta. Pero esta vez no se peleará alrededor del Muro de Berlín, sino tras los escaparates de la capital de las compras de lujo. Hong Kong es la punta de lanza de un sector que sitúa en China más de un tercio del total mundial, de relojes, del que la excolonia británica es el principal punto de venta, con una facturación que supera a la del resto de China y Estados Unidos juntos con el resto de iconos-símbolos de la temporada de la riqueza global, duramente puesta a prueba por el enfrentamiento EEUU-China, que ha arrojado una siniestra sombra sobre el futuro de la capital asiática del lujo.

Al menos hasta ayer, porque, según los analistas, La facturación de Hong Kong caerá un 40% este año, en consonancia con la huida de los gigantes del lujo, que poco antes las boutiques de Causeway Bay competían por los precios más altos del mundo. Hoy, por el contrario, ya hay mil cancelaciones de alquileres, incluso antes de que Donald Trump declare, como lo hará hoy, que el estatus especial de Hong Kong, garantizado por el cumplimiento del derecho consuetudinario al estilo británico, no esiste più. Tras la aprobación por Pekín de la "ley de seguridad" que anula las garantías pactadas con Londres en 1997, Hong Kong es parte de China.

¿Qué consecuencias para el lujo? Las marcas han reaccionado a la baja ante la crisis.

Apártate Salvatore Ferragamo (-3%), una de las marcas más populares de Asia, que deja una parte de los beneficios acumulados ayer a la noticia de regreso de Michele Norsa, el anuncio que tanto jugó en la afirmación de la marca florentina.

el se pierde Moncler (-2,1%) una de las marcas que pagó cara la protesta de los paraguas que recorrió las calles de la metrópolis asiática durante un año.

También se aplican descuentos similares Lvmh e Kering, ambos por debajo de un generoso 2%, así como Burberry (-4%), la más expuesta a los sabores Made in China. Pero la lluvia de rebajas tampoco ha escatimado Richemont e Swatch.

Tomará al menos 2-3 años, prevé Altagamma, para que la facturación pueda volver a los niveles récord de 2019, cuando la industria del lujo registró unas ventas de 281 millones de euros. Mientras la Guerra Fría no lleve a la construcción de una cortina de bambú que en el futuro dificultará el viaje de los turistas chinos a Europa, principales clientes de las tiendas y hoteles del Bel Paese. Este es el miedo de los grandes nombres del lujo, que ya han metabolizado la desaparición de Hong Kong, que ya bajó el año pasado -según Equita- del 6 al 3% de la facturación global del sector.

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