Aquí termina el gobierno de Mario Draghi. Lega, Forza Italia y Movimento 5 Stelle no participaron en el voto de confianza colocado por el propio Primer Ministro en la resolución Casini. En cambio, votaron a favor de Autonomie, Juntos por el futuro, Italia viva, Leu y el Partido Demócrata. Contra Alternativa y FdI.
Terminó con 95 votos a favor, 38 en contra y 0 abstenciones, el Gobierno tiene los números para la confianza, pero la mayoría ya no existe. En este punto, Draghi subirá de nuevo a Colle, probablemente mañana por la mañana, para poner su renuncia ya irrevocable en manos del Presidente de la República, Sergio Mattarella. Ahora le corresponderá al Quirinal decidir si disolver las Cámaras y cuándo llevar a Italia a elecciones anticipadas. A la espera de la votación, que podría celebrarse el 25 de septiembre o el 2 de octubre, el Ejecutivo permanecerá en funciones para los asuntos de actualidad.
El día loco que llevó a la crisis
este el epílogo del día loco pasado en el Palazzo Madama, durante una sesión de río en la que asistimos a un espectáculo hecho de tonos duros, ultimátums y vetos cruzados. La escisión definitiva se produjo a la hora del almuerzo, cuando primero con una intervención del líder del grupo de la Lega, Massimiliano Romeo, y luego con una resolución presentada por Calderoli (a quien también se sumó Forza Italia), los dos partidos mayoritarios de centro-derecha pusieron un aut aut: Gobierno renovado sin 5 Estrellas ni voto. Condiciones inaceptables para el Primer Ministro que en el curso de su réplica confirmó los duros tonos utilizados en los comunicados de la mañana, depositando su confianza en una resolución presentada por el Senador Dem Pier Ferdinando Casini a pesar de saber cómo terminaría. Una elección probablemente dictada por el deseo de que las partes asuman sus responsabilidades.
El discurso pronunciado esta mañana por el Premier había irritado especialmente a Lega y Forza Italia por las referencias a taxis, balnearios y catastro y la falta de apertura en muchos de los temas queridos por las dos fuerzas políticas.
En este contexto, el gran ausente de este día fue Giuseppe Conte, el que hace una semana dio el pistoletazo de salida a la crisis al decidir no votar a favor del decreto de Ayudas y sacar de la Cámara a sus senadores. Ni una palabra del líder del pentastellato, quien permaneció encerrado en las oficinas del M5S, sin tomar posición oficial.
La respuesta del primer ministro Draghi
Durante la tarde contestación en el Senado en la que colocó la confianza en la resolución propuesta por el Senador Casini, Mario Draghi fue aún más duro y resentido que el que se ve en los comunicados difundidos por la mañana y disparados a cero en superbonus y renta básica. “Para los Superbonus, el problema son los mecanismos de transferencia -dijo el Premier- ¿Quiénes los diseñaron sin discriminación ni discernimiento? Ellos son los culpables de esta situación por la que miles de empresas están esperando créditos -continuó el primer ministro Mario Draghi en el Senado durante la réplica- Ahora tenemos que arreglar la fechoría y sacar del apuro a esas miles de empresas”, agregó.
Hablando en lugar de la renta básica, Draghi dijo: "Siempre he dicho que es algo bueno, pero si no funciona es algo malo".
El primer ministro respondió entonces directamente a las palabras de Giorgia Meloni, quien lo acusó de pedir "plenos poderes". “El apoyo que he visto en el país me ha llevado a volver a proponer un pacto de coalición y someterlo a su votación. Tú decides. Sin solicitudes de plenos poderes“, dijo el primer ministro Mario Draghi.
Finalmente, una respuesta también a la intervención del senador del M5S Licheri: “Sul salario mínimo Dije lo que tenía que decir, hay una propuesta de la Comisión Europea, hemos abierto una mesa con los sindicatos y Confindustria, continuaremos la discusión sea cual sea tu decisión hoy", respondió Draghi, subrayando que "hay una propuesta que no ve la imposición, el dictado del gobierno sobre el contrato de trabajo”.