¿Qué futuro para Hong Kong: dólar o renminbi?
El dólar sigue siendo la moneda a través de la cual se realizan la mayoría de las transacciones financieras y comerciales, sin embargo, una paridad con la moneda china parece más razonable para los analistas. Esté al tanto de los acontecimientos políticos relacionados.
La paridad entre el dólar de Hong Kong y el dólar estadounidense ha estado vigente desde 1983. El 17 de octubre de 1983, la moneda se fijó a una tasa de 7,8 HKD por 1 USD; desde el 18 de mayo de 2005, la moneda fluctuó entre 7,75 y 7,85 HKD por USD. Según la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA), el sistema proporciona una vinculación monetaria constante que reduce el riesgo al que se enfrentan los importadores, exportadores e inversores internacionales. Esto fue muy importante para una economía pequeña pero muy abierta como la del país, que representa tanto un centro de comercio hacia y desde China como uno de los principales centros de intercambios financieros globales. El dólar es, de hecho, la moneda a través de la cual se realizan la mayoría de las transacciones financieras y comerciales.
La paridad entre el dólar de Hong Kong y el dólar estadounidense ha resistido muchos ataques en los últimos 32 años, la mayoría de los cuales ocurrieron durante la crisis asiática de 1997, pero que el gobierno local siempre ha rechazado enérgicamente. Los riesgos potenciales asociados con el tipo de cambio no son nuevos para Hong Kong: los precios de las propiedades, los bienes y los servicios (incluidos los salarios) son muy flexibles, tanto en términos de aumentos como de recortes. Además, las autoridades aplican una política fiscal prudente, se minimiza el riesgo del sector bancario y, al mismo tiempo, se acumula una enorme reserva de divisas para respaldar el tipo de cambio y la base monetaria. El actual sistema de tipo de cambio ha servido muy bien a la economía del país, pero los residentes se enfrentan a períodos de caída de los salarios y caída de los precios de las propiedades, así como períodos de rápida inflación. Estas oscilaciones de precios y pagos están siendo impulsadas por el estímulo monetario de la Fed: ¿existe algún riesgo de mantener la paridad dada la evolución reciente?
En agosto de 2015 el Banco Popular de China (PBOC) sorprendió a los mercados con tres devaluaciones consecutivas del renminbi, superando el 3% de descuento de su valor, luego de diez años en los que la moneda china se había apreciado un 33% frente al dólar. La medida fue inesperada y muchos analistas la consideraron un intento desesperado de China de impulsar las exportaciones. Sin embargo, el PBOC dijo que la devaluación era solo una parte de las reformas dirigidas hacia una economía orientada al mercado. Inicialmente la especulación se había centrado en una consecuente devaluación del dólar de Hong Kong: sin embargo, en los días siguientes las fluctuaciones se calmaron al quedar claro que China no esperaba más pasos.
En este contexto, un factor importante que cuestiona la paridad con el dólar estadounidense es la creciente integración de Hong Kong con China. Si en el pasado la mayoría de los intercambios y transacciones se realizaban en dólares, ahora que el comercio con la contraparte china está creciendo y el renminbi está jugando un papel más importante localmente, una paridad con la moneda china parece más razonable para los analistas. Otra razón para la fijación del renminbi son los acontecimientos políticos relacionados. Las relaciones entre Pekín y la población de Hong Kong han estado bajo presión durante algún tiempo, incluso dando lugar a protestas violentas: por lo tanto, una hipotética vinculación de la moneda de Hong Kong con el renminbi representaría un verdadero enfrentamiento contra la población local. Sin embargo, este argumento político solo sería realista si China hiciera que su moneda fuera totalmente convertible.
Pero, ¿cuál sería la influencia para hacer negocios en Hong Kong? No se espera que un cambio en este sentido tenga efectos muy grandes en las empresas. Según Atradius, la competitividad del mercado local no se vería afectada, con la única diferencia de que la seguridad adicional resultante de una paridad con el renminbi beneficiaría a las empresas de Hong Kong más que con el dólar estadounidense.