En el escenario espectral de la Plataforma de Gredos, última meta de altura antes de la pasarela final de hoy en Madrid, la Vuelta celebra el triunfo del ciclismo esloveno con Primoz Roglic, que defendió sin esfuerzo su maillot rojo conquistado en la contrarreloj de Pau, y Tadej Pogacar que se lleva un trío espectacular con una solitaria hazaña y desnuda del podio a Nairo Quintana. En segundo lugar, entre los dos eslovenos, se encuentra el intemporal Alejandro Valverde, vigente campeón del mundo, que logra así su séptimo podio en la gran carrera por etapas española, dieciséis años después del primero conseguido con el tercer puesto en el 2003.
Todos "en plein de eslovenos contrarrestado negativamente por el decepcionante comportamiento de los colombianos que, desafortunados con Rigoberto Urán noqueado por una caída aterradora en la primera parte de la Vuelta, apostaron todo por el dúo López-Quintana, dos de los escaladores más fuertes del lugar. Pero Quintana, después de una primera semana en la que brilló ganando una etapa y vistiendo también el maillot rojo en Cortals d'Encamp (donde Pogacar logró su primer éxito), pagó su cuota en la contrarreloj de Pau al perder 3 minutos secos de Roglic y en los días siguientes, gracias a un cuadro gripal, sufrió justo en las montañas que debieron verle como protagonista.
De vuelta en la zona del podio gracias al maxi-break de Guadalajara, Quintana no pudo defenderse ayer del ataque en la final de Pogacar, perdiendo además las ruedas de Roglic, Valverde y Majka. Peor que él lo hizo López, a pesar del trabajo de todo el Astana que el colombiano nunca ha podido culminar en las múltiples etapas de montaña, tanto que ayer también perdió el maillot blanco de líder juvenil en favor del Pogacar. El Giro por primera vez a un ecuatoriano, Richard Carapaz, el Tour por primera vez a un colombiano, Egan Bernal, la Vuelta por primera vez a un esloveno: el dominio británico se interrumpió, también por la grave lesión de Chris Froome en el Giro del Dauphiné, el ciclismo mundial está a punto de archivarse -faltan dos grandes citas como el campeonato del mundo y Lombardía-, un punto de inflexión tanto a nivel geográfico como sobre todo generacional con tres joyas en flor llamadas Bernal, Pogacar y la belga Remco Evenepoel, los predestinados líderes de una nueva temporada de desafíos que prometen grandes hazañas.