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El caso Exxon y la sentencia Shell: revolución en el petróleo

Gracias al apoyo de BlackRock, dos asesores disidentes entran en el directorio de Exxon que quieren lograr un gran avance en las renovables - La corte holandesa exige a Shell que acelere la transición energética, discutiendo con las ONG ambientalistas - El cambio de paradigma para los gigantes petroleros

El caso Exxon y la sentencia Shell: revolución en el petróleo


El mundo ya no puede darse el lujo de depender de los combustibles fósiles.
No hay más que bromear, nada que pensar, ya no se puede aplazar. La lucha contra el cambio climático debe convertirse en la prioridad de todas las empresas del mundo, incluidas las grandes petroleras que tienen la obligación de revolucionar su negocio principal, reduciendo su impacto ambiental antes de que sea demasiado tarde. Este es el mensaje enviado alto y claro a dos de los gigantes petroleros más grandes del mundo, ExxonMobil y Shell, obligados a tragar dos tragos amargos que podrían tener serias repercusiones en su futuro. El primero por la entrada en el consejo del fondo activista Engine No.1 avalado por Blackrock, el segundo por una sentencia de la justicia holandesa que obliga a la compañía a acelerar en renovables.

EL CASO EXXON MOBIL

En previsión de la junta de accionistas de Exxon Mobil celebrada en Estados Unidos ayer por la tarde, la Financial Times habia hablado de "una etapa revolucionaria para todo el sector energético”. Y la revolución llegó debidamente con la victoria del fondo activista Engine No.1 quien logró que dos de sus cuatro candidatos fueran elegidos para el directorio de la empresa, obteniendo un éxito histórico que podría impresionar un giro verde y obligar a Exxon a cambiar su política corporativa.

Desde hace años, el gigante petrolero estadounidense, ex estrella de la Bolsa de Valores estadounidense, está en el centro de la polémica mundial por i pocas inversiones realizadas en energías renovables. Un mal compromiso que le costó a la empresa 2020 millones de dólares en 22. Pérdidas provocadas por el desplome de los precios del petróleo provocado por la pandemia del Covid-19.

El ingreso a la mesa de candidatos de la Locomotora N° 1 con el cometido explícito de imponer una realizadas en la gestión de la empresa, confirma el fracaso de uno política aún demasiado anclada a los combustibles fósiles. El fondo activista ha atraído el interés de muchos accionistas institucionales, que buscan energía limpia como una forma de mejorar el desempeño financiero, y ha logrado que sus hombres sean elegidos a pesar de poseer "solo" $ 50 millones en acciones (participación del 0,2%) de Exxon. una empresa que tiene una capitalización de casi $ 250 mil millones.

Para permitir la elección de los candidatos del Motor No.1 fue el voto afirmativo de BlackRock, segundo mayor accionista de Exxon detrás de Vanguard, que se unió a los disidentes y respaldó a tres de los cuatro candidatos del fondo, al tiempo que lanzaba una clara mensaje al director ejecutivo Darren Woods, que fue reelegido, pero que personalmente hizo campaña contra el Motor No.1, insistiendo en la necesidad de llevar a cabo una política tradicional de petróleo. Un voto, el de BlackRock, que confirma la política anunciada hace un año, cuando con una carta a los directores ejecutivos de la empresa en las que invierte el gigante financiero estadounidense, el cofundador y presidente Larry Fink había anticipado que el fondo votaría "en contra de los ejecutivos y directores cuando las empresas no avancen lo suficiente en la elaboración de informes de sostenibilidad y no elaboren directrices y planes de negocio relacionados con ella". .

En Wall Street, en la sesión de ayer, acciones de exxon mobil ganó un 1,17%, mientras que en la premercado perdió un 0,64% a 58,56 dólares por acción.

LA SENTENCIA DE LA HAYA

En las mismas horas que se reunían los socios de Exxon Mobil, llegó del otro lado del océano un fallo histórico de la corte holandesa que requería que Shell redujera las emisiones de CO2 en un 2030% para 45 en comparación con 2019. 

La decisión llega después a uno demanda presentada hace dos años por Milieudefensie, la rama holandesa de la ONG "Amigos de la Tierra", apoyada por más de 17 ciudadanos que iniciaron una acción civil en una demanda denominada "el pueblo contra Shell". 

Otras seis ONG se alinearon junto a Milieudefensie, incluidas Greenpeace y ActionAid, que acusaron a Shell de no hacer lo suficiente para alinearse con los Acuerdos de París sobre el clima de 2015, denunciando al grupo petrolero anglo-holandés por "destrucción del medio ambiente". 

En la demanda interpuesta en La Haya, Shell se defendió alegando que ya había lanzado importantes empresas medidas para apoyar la transición energética, creyendo además que no había base legal para las afirmaciones de las ONG. Recordamos que el pasado mes de febrero la petrolera anunció su intención de reducir las emisiones un 20% para 2030, respecto a 2016, un 45% para 2035 para llegar al -100% para 2050. Posteriormente, Shell había rebajado estos objetivos un 30% para 2035 y 65% para 2050.

Para Milieudefensie no es suficiente. Según la ONG, si "los mayores contaminadores como Shell” no estará legalmente obligado a tomar contramedidas, los Acuerdos de París nunca podrán ser respetados. “La demanda climática contra Shell es única, porque es la primera vez en la historia que se llama a la justicia ordenar a una empresa que emita menos CO2, modificando su política”, declaró la ONG a la espera de la sentencia del tribunal de La Haya. Los jueces holandeses dictaminaron que Shell tiene 'el deber de reducir las emisiones' y que sus actuales planes de reducción "no son lo suficientemente concretos". Una decisión que podría constituir un precedente importante en los tribunales de todo el mundo, donde ya están en marcha las demandas contra las multinacionales más contaminantes interpuestas por activistas climáticos.  

En el Nyse, en la sesión del 26 de mayo el titulo concha registró un aumento del 0,35%. En la pre-mercado de hoy, las acciones perdieron un 1,46% a 36,51 dólares.

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