Vacunas, Afganistán, la economía pero sobre todo la novedad de un ejército e inteligencia comunitarios. Es una Ursula Von der Leyen en 360 grados quien habla en el Parlamento Europeo para el discurso sobre el estado de la Unión Europea: el presidente de la comisión, que invitó y mencionó durante el discurso al campeón paralímpico italiano Bebe Vio (“Tomemos Bebe como ejemplo de inspiración, esta es el alma de Europa y su futuro"), ha declarado que habrá una "cumbre con el presidente francés Emmanuel Macron sobre Defensa". El objetivo es construir un ejército europeo de 6.000 soldados entre el ejército, la marina y la fuerza aérea, con especial atención a la ciberdefensa: el mando de la "Fuerza de Expedición" estará en Bruselas y la guía se cambiaría cada 2 o 3 años, o cada 6 meses en el caso de misiones en curso. Sin embargo, aún quedan algunas cuestiones políticas por resolver que conciernen precisamente a Francia, que aspira al liderazgo en el terreno militar y de ello también hablaron Macron y Draghi en su reciente reunión.
En el ámbito internacional, Von der Leyen también anunció que “a finales de año habrá una nueva declaración conjunta UE-OTAN” y un compromiso concreto con Afganistán: “Apoyamos a los afganos. Debemos hacer todo lo posible para evitar el riesgo de una gran hambruna y un desastre humanitario. Debido a esto incrementaremos nuestra ayuda humanitaria para Afganistán de 100 millones de euros, parte de un nuevo paquete de apoyo a Afganistán”. Sobre la recuperación económica, el presidente ha recordado que con Next Generation Eu la Unión Europea invertirá tanto en la recuperación a corto plazo como en la prosperidad a largo plazo: “Hace falta 8 años para que el PIB de la eurozona vuelva a ser precrisis niveles Esta vez esperamos que 19 países alcancen niveles previos a la pandemia este año. Los demás seguirán el próximo año. El crecimiento en la zona del euro superó tanto a Estados Unidos como a China en el último trimestre, pero esto es solo el comienzo”, dijo. "Las lecciones de la crisis financiera de hace una década podrían ser una advertencia de que cantamos victoria demasiado pronto en ese momento".
Finalmente la pandemia, con la confirmación de un nuevo esfuerzo por las vacunas: “Si reflexiono sobre el año pasado y sobre el Estado de la Unión, veo un alma fuerte en todo lo que hacemos. En la principal crisis sanitaria mundial nos hemos unido para asegurar que todos los rincones de Europa dispongan de vacunas que salven vidas y hemos procedido con Next generation Eu y con el Green Deal. Actuamos como una Europa unida y de esto podemos estar orgullosos. Somos líder mundial en vacunas: más del 79% de nuestra población está vacunada. Éramos los únicos en haber compartido más de la mitad de nuestras vacunas con el resto del mundo, con más de 700 millones”.
El Presidente de la República Sergio Mattarella intervino entonces sobre Europa, instando a la Unión a seguir cuestiones abiertas, en particular la defensa y la política exterior pero no sólo: "Europa debe trabajar - dijo Mattarella según el texto difundido por el Quirinale - para desactivar la competencia lógica que ha marcado los últimos años, que han hecho aparecer un mundo cada vez más multipolar y cada vez menos multilateral; poner en riesgo el desarrollo y el bienestar futuros. Autonomía no significa retraerse en uno mismo. Los europeos somos muy conscientes de las ventajas de la cooperación y la Unión debe sentir la responsabilidad de ser protagonista del desarrollo de un sistema internacional basado de nuevo en el método multilateral, con reglas compartidas respetadas por todos. El método multilateral, expresado en las reglas surgidas a raíz de la Segunda Guerra Mundial, ha sufrido una erosión progresiva en estas dos décadas, producida también por una globalización cada vez más acelerada. Sobre todo, corresponde a los europeos evitar que la transición de un sistema a otro genere un período de peligrosa anomia, de falta de reglas. La contraposición entre países, entre grandes sujetos internacionales, entre áreas geográficas, peligrosa en sí misma, conduciría -añadió el presidente- a una "carrera al abismo" de los estándares de protección de la libertad, la salud y la condición de los ciudadanos. Basta pensar en la protección de datos personales, la lucha contra el cambio climático, las normas alimentarias".