Nueva violencia sacude Egipto el día de la votación del referéndum sobre la nueva Constitución. De hecho, ocho habrían muerto en los enfrentamientos entre simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y las fuerzas policiales, que comenzaron esta mañana en El Cairo, tras la explosión de una bomba en el distrito de Inbaba.
De alguna manera, también votamos para certificar la labor del gobierno interino y del ejército que depuso al expresidente Morsi. Si prevalece el sí, la nueva Constitución sustituirá a la votada el año pasado, de fuerte influencia islámica.
Lo que mantiene al país de pie, al borde del precipicio económico, es sobre todo el dinero que llega del Golfo. Mientras tanto, la votación procede, en un clima de fuego. Frente a los colegios electorales hay 200,000 policías, 150 efectivos de seguridad nacional y más de 200 unidades de combate.