Cientos de muertos son prueba fehaciente de una situación fuera de control, que no puede escalar más de lo que ya ha escalado y que debería alarmar a la comunidad mucho más de lo que lo está haciendo. Efectivamente, la pregunta es: ¿Cómo detenemos la carnicería que está ocurriendo en Egipto?
el trata de responder el expresidente y actual primer asesor científico del IAI (Instituto de Asuntos Internacionales), el profesor Stefano Silvestri, quien señala con el dedo directamente a Turquía: "Para resolver el conflicto egipcio será crucial presionar a Erdogan para que Turquía y otros países como Arabia Saudita, Qatar y Kuwait dejen de explotar la causa de los Hermanos Musulmanes con fines de propaganda interna".
El apoyo a los seguidores del derrocado presidente Mohamed Morsi no hace más que avivar las tensiones en todo Oriente Medio, que necesita de todo menos resurgir. ¿Y qué papel podrían jugar los EE. UU. y la UE en su lugar? “Lo de Estados Unidos es tan importante como siempre, pero Es necesario que haya una mayor coherencia entre los dos principales patrocinadores internacionales de Egipto, a saber, los EE. UU. y Arabia Saudita, que, sin embargo, en este momento parecen no entenderse entre sí”.
“Por lo que a Europa se refiere -prosigue Silvestri- de momento ha estado completamente ausente: podría hacer más, quizás con un intento de mediación para convencer a Turquía, pero su papel no será decisivo en ningún caso”. En última instancia, solo el propio Egipto será decisivo, "que tarde o temprano tendrá que darse cuenta de que es imposible seguir así, que necesitamos una salida política que sea de amplios entendimientos y no solo de una mayoría del 50%+1 como podría surgir de las próximas elecciones".
Una mayoría que en realidad correría el riesgo de ser estrecha, como la que obtuvo hace dos años Mohamed Morsi, presidente destituido y líder del partido Justicia y Libertad, perteneciente al movimiento de los Hermanos Musulmanes y que todavía mueve muchos votos y consensos. “Morsi –prosigue el experto del Instituto de Asuntos Internacionales– ha cometido grandes errores, en primer lugar el de imponer una visión fuertemente ideológica con una mayoría frágil y yo diría casual, y ya es hora de que sus seguidores se den cuenta de eso".
“Además, el expresidente ha demostrado que es incapaz o no está dispuesto a negociar”, agrega Silvestri. “Aunque esto absolutamente no justifica las acciones del ejército egipcio, quien, a diferencia de la actitud de Morsi, sí debería ser el primero en demostrar un mayor control de la situación y una mejor predisposición al diálogo”.
Por el momento, sin embargo, según muchos expertos, incluido Silvestri, el supuesto principal es que todos tienen derecho al diálogo: "El mayor error de la comunidad internacional sería aislar a los militares, así como fue un error darle demasiado espacio a Morsi". En resumen, equilibrio. Un equilibrio que ya se ha perdido en las calles de El Cairo y que lucha por encontrarse en los escritorios de Occidente.