Rescate para Hillary Clinton, confirmación para Donald Trump. Este es el resultado de la tercera ronda de las primarias estadounidenses, en la que los contendientes demócratas compitieron en Nevada. La ex primera dama venía de una clara derrota en New Hampshire, donde había sido superada por el socialista Bernie Sanders: la brecha en términos de votos no era enorme, pero la diferencia de aproximadamente cinco a seis puntos porcentuales (52% a 47%) permite ella para exorcizar el fantasma de otra eliminatoria, como la que pasó en la primera de Iowa.
Sin embargo, Sanders no se da por vencido: el senador de Vermont, de 25 años, recordó que “hace apenas cinco semanas, aquí en Nevada estábamos XNUMX puntos porcentuales por detrás. También estábamos atrasados en Iowa y New Hampshire".
En el frente republicano llega otro triunfo de Donald Trump, esta vez en Carolina del Sur (donde votarán los demócratas el próximo fin de semana). El rey de los ladrillos cierra con más del 33% de los votos (y asegura la mayoría de los 50 delegados en juego para la convención de julio en Cleveland) superando por dos cifras al subcampeón Marco Rubio, hábil para socavar un puñado de votos de l adversario ultraconservador Ted Cruz, obligado a poco más del 22%. Trump está lleno de apoyo, el suyo es un quórum transversal, que viene de todos lados: moderados y evangélicos, clase media y obreros, pequeños y medianos empresarios, autónomos y militares.