Un libro es un libro. Este es el hashtag de la campaña lanzada por la Asociación Italiana de Editores, pero, en definitiva, es también la motivación de la enmienda a la ley de Estabilidad presentada por Dario Franceschini y anunciada por el propio ministro a través de Twitter: “Acabo de presentar un enmienda del gobierno para llevar el IVA de Ebook al 4%. Una pelea justa. #un libro es un libro”.
Como explica la nota difundida hoy: “Un libro es un libro independientemente de su formato, solo un mecanismo burocrático incomprensible puede permitir un régimen fiscal discriminatorio para los libros electrónicos”. Libros electrónicos sobre los que actualmente pesa un IVA del 22% frente al, precisamente, del 4% sobre el libro en papel.
La idea es considerar libros como “todas las publicaciones identificadas por un código Isbn y transmitidas por cualquier medio físico o por medios electrónicos de comunicación”. Por el momento, desde el punto de vista fiscal, los libros electrónicos se equiparan a los videojuegos.
La nueva propuesta de Franceschini, en cierto sentido, también representa un desafío para la UE, que en los últimos días él había rechazado (a falta de unanimidad) esta misma propuesta. En el otro país en la línea de Italia en este tema, Francia, se ha rebajado unilateralmente el tipo de los ebooks al 7%, y ahora se corre el riesgo de una sentencia del Tribunal.