Grecia sufre hoy la vergüenza de una expulsión oficial del club de los países desarrollados, después de que el fuerte recorte de su economía ya pusiera en duda su estatus real.
La responsabilidad del gesto la asumió MSCI, que rebajó a Grecia a un país emergente, insertándolo en el índice bursátil correspondiente. La decisión fue anunciada ayer por la noche por el proveedor de índices MSCI, explicando que la revisión era necesaria ya que el mercado griego ya no puede cumplir con los diversos criterios de accesibilidad requeridos para la inclusión entre los países desarrollados. De hecho, tras la crisis se introdujeron restricciones en cuanto a los procedimientos de préstamo, las ventas en corto y la transmisibilidad de valores. Además, el mercado bursátil griego no ha alcanzado el requisito de tamaño mínimo en los últimos dos años, habiendo perdido un 91% en valor desde 2007; tanto es así que las empresas griegas ahora pesan el 0,01 por ciento del índice mundial MSCI.
Después de 12 años de permanencia asistimos pues a la salida de Grecia del club de los países avanzados.
Si bien la empresa estadounidense Russell ya había tomado una medida similar en marzo, la importancia del MSCI, cuyos índices, desarrollados en Nueva York, son seguidos por operadores que mueven activos por un valor aproximado de 7 billones de dólares, tiene un impacto decididamente mayor.
Simultáneamente a la rebaja del país griego, el MSCI también promovió a Qatar y los Emiratos Árabes a la condición de países emergentes mientras que Marruecos se convierte en un mercado frontera.
