"Mitigar" los efectos recesivos de la consolidación de las cuentas favoreciendo "reducciones del gasto público corriente y de los impuestos". Esta es la receta que ha propuesto hoy el presidente del BCE, Mario Draghi, en una visita a Roma para recibir un doctorado honoris causa de la universidad privada Luiss.
Según Draghi, en Europa “la fiscalidad ya es alta en cualquier comparación internacional”. En cualquier caso, el BCE está "preparado para actuar" de nuevo "si es necesario", más adelante el recorte de tipos de los últimos días al 0,5%.
Para ayudar a prestar a las pymes, "las intervenciones nacionales también podrían ser efectivas -prosiguió el banquero central- con la participación de gobiernos, bancos públicos y agencias de desarrollo".
En Europa desde hace casi “veinte años hay una tendencia a la concentración de las rentas de los hogares –dijo el presidente del BCE– que penaliza a los más débiles. Necesitamos una participación más equitativa en los frutos de la riqueza nacional", lo que aumenta la "cohesión social" y conduce "al éxito económico".
“El crecimiento actual es más débil en algunos países que en otros no solo porque el crédito es escaso; era más débil incluso antes de la crisis, a pesar de un crecimiento a menudo tumultuoso del gasto público, porque no había voluntad de abordar la fragilidad estructural que hoy sentimos con todo su peso".
