Mario Draghi rechaza la idea de un impuesto a las transacciones financieras. El presidente del Banco Central Europeo, si bien se muestra de acuerdo en que "no debe haber ventajas para ningún sector, ni siquiera para el sector bancario", sugiere tomar el camino de "diferentes impuestos, ni un solo impuesto". Hablando en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Draghi primero afirma que no está en condiciones de poder expresarse sobre el asunto, luego, respondiendo a una pregunta de un eurodiputado, toma posición sobre el impuesto a las transacciones. . Luego dictó la línea, instando a la clase política europea a lanzar medidas creíbles para la recuperación de la economía y el aumento del empleo.
“Con el 'pacto fiscal' –subraya Draghi- teníamos un pacto de estabilidad: ahora necesitamos un 'pacto de crecimiento', un pacto para el crecimiento”. El nuevo objetivo, prosigue Draghi, “lo anticipó el 'six pack', que debe ser sólo un comienzo”.
El presidente del BCE recuerda que "el desarrollo no pasa sólo por las reformas estructurales", que también son "importantes". De hecho, estas reformas “generalmente producen efectos a mediano y largo plazo”. En lo inmediato, por tanto, es necesario "crear un clima favorable de certidumbre, para atraer inversiones y reducir la aversión al riesgo".
Draghi advirtió entonces a los gobiernos de la Eurozona que no persigan la consolidación de sus presupuestos y los programas de austeridad en los que muchos de ellos están comprometidos solo con maniobras recesivas, evitando reducir inversiones y más bien recortando gastos públicos improductivos.
“La consolidación presupuestaria basada exclusivamente en aumentos de impuestos – dijo Draghi – es ciertamente recesiva. Idealmente debería hacerse sobre la base de una reducción del gasto corriente, especialmente de los más improductivos, y no de una reducción del gasto de inversión. Pero lamentablemente en situaciones de emergencia es más fácil reducir el gasto de capital que el gasto corriente”.
