La fiscalía de Stuttgart ordenó el registro de varios edificios pertenecientes al grupo Daimler como parte de la investigación abierta en marzo contra empleados del grupo automovilístico alemán sospechosos de fraude en las emisiones contaminantes de los automóviles. Fue la propia Daimler quien lo hizo saber, precisando que la empresa "coopera plenamente con las autoridades". La fiscalía, a su vez, indicó que había emitido una orden de registro que involucraba a 23 investigadores y 230 policías y se refería a 11 edificios pertenecientes a Daimler ubicados en la tierra de Bade-Wurtemberg, en Berlín, en Baja Sajonia y en Sajonia.
El escándalo conocido como dieselgate estalló en otoño de 2015 y afectó en primer lugar al grupo Volkswagen, cuando se descubrió que varios modelos de coche estaban equipados con un software que permitía hacer parecer la cantidad de emisiones contaminantes inferior a la real. La investigación se amplió luego a varios países y varios fabricantes. En la Bolsa de Fráncfort, la acción de Daimler, poco después de las 15:0,7 horas, registró una caída del 0,3%, mientras que el índice Dax aumentó un XNUMX%.