Rupert Stadler, CEO de Audi, fue arrestado por la policía alemana en relación con el escándalo del dieselgate, el caso sobre la manipulación de las emisiones de los motores diesel que estalló en 2015.
Tras un avance de la agencia de prensa Dpa (Deutsche Presse-Agentur), la noticia fue confirmada por la fiscalía de Múnich que, a finales de mayo, había acusado al número uno del fabricante de automóviles alemán de fraude y "declaraciones falsas indirectas". u omisiones” sobre las emisiones falsificadas de los automóviles diésel del Grupo Volkswagen.
Según el fiscal, la detención del directivo se justifica por la presencia de un "riesgo de ocultación de pruebas".
Las autoridades alemanas allanaron el apartamento de Stadler y el de otro gerente de la compañía de automóviles la semana pasada, al igual que dos oficinas de Audi, que fueron allanadas en febrero.
Recordamos que Audi, investigada desde 2015 por haber vendido al menos 210 coches diésel con un software que modificaba los datos de emisiones, es parte de Volkswagen quien, la semana pasada, accedió a pagar, reconociendo su responsabilidad, la multa de mil millones euros decidido por la oficina del fiscal estatal en Braunschweig. Las investigaciones las lleva a cabo no solo la fiscalía alemana, sino también otros 55 países, según recuerda informe de Bloomberg. Las acusaciones también incluyen la manipulación del mercado de valores. En total, el grupo tuvo que reservar 27 millones de euros para hacer frente a multas, recompras de acciones y costes, mientras que los inversores lo acusan de haber informado al mercado demasiado tarde de la investigación. En la Bolsa de Valores de Frankfurt, yoLas acciones de Volkswagen cayeron un 1,2%.