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Di Maio y sus interminables volteretas: ¿autocrítica u oportunismo?

El viernes, en el Quirinale, el canciller aplaudió a Mattarella, Draghi y Macron. ¿Pero es el mismo líder que quería destituir a Mattarella, que quería salir del euro y que apoyaba a los chalecos amarillos?

Di Maio y sus interminables volteretas: ¿autocrítica u oportunismo?

Seamos claros: en la política como en la vida, la autocrítica siempre es bienvenida, si no es puro oportunismo y si corrige errores anteriores y llega a posiciones más razonables. Pero, con toda la benevolencia del caso, causó cierta impresión ver el pasado viernes en el Quirinale, durante la ceremonia de la firma del Tratado Italia-Francia, el pentastellato Ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, aplaudir sin vergüenza y sin sonrojarse el presidente de la República, Sergio Mattarella, el primer ministro Mario Draghi y el presidente francés Emmanuel Macron.

Seamos claros: esos aplausos fueron y son bienvenidos. Pero ¿cómo olvidar que hace poco tiempo Di Maio era el mismo líder político que quería juicio político para Mattarella por alta traición, era lo mismo que quería dejar el euro guardado en un memorable discurso (Lo que sea necesario) de Mario Draghi y fue el mismo que se fue a París hace apenas unos años para protestar contra Macron junto con los chalecos amarillos?

En resumen, ¿quién es el verdadero Di Maio? ¿La de ayer o la de hoy? A la espera de averiguarlo mejor, el Di Maio de hoy es quien, sin las ambigüedades de Giuseppe Conte, dice el ministro del gobierno de Draghi, restableció una buena relación institucional con el presidente Mattarella y admitió públicamente que, si estuviera en Francia, votaria por macron. Más vale tarde que nunca, pero ¿se trata de una verdadera ocurrencia tardía o de un simple oportunismo? El tiempo dirá.

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