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SUNSHOT – Las peores meteduras de pata del verano: de Tavecchio a Travaglio, de Guzzanti a Grillo

La supremacía del tonto del verano ciertamente pertenece a Carlo Tavecchio, quien sin embargo no está solo: ¿qué pasa con el perdón solicitado por Marco Travaglio para el rey de la basura, Fabrizio Corona? ¿O de la película de Guzzanti, que ve a Renzi como el último ejecutor del plan Gelli? – En cuanto a Bossi, ahora Grillo descubre que fue un gran estadista…

SUNSHOT – Las peores meteduras de pata del verano: de Tavecchio a Travaglio, de Guzzanti a Grillo

No cabe duda de que el récord de las peores meteduras de pata del verano es suyo: Carlo Tavecchio, increíble candidato a la presidencia de la Federación Italiana de Fútbol tras el hundimiento de la selección en el Mundial de Brasil. Realmente ha tomado muchos aspectos destacados. Pero no es el único. ¿Qué pasa con el Gran Inquisidor Marco Travaglio, que pide perdón para el rey de la basura Fabrizio Corona? ¿O Sabina Guzzanti, que hace una película (¡cuánto esfuerzo desperdiciado!) para argumentar que el primer ministro es el heredero de Licio Gelli? Sin olvidar al inefable Beppe Grillo, que viene a santificar a Bossi, poco importa que el exdirigente de la Liga sea investigado por fraude contra su partido.

tavecchio sin embargo, sigue siendo el rey de los destaques y, si no existiera el riesgo de verlo al frente de la Federación de Fútbol, ​​sería irrisorio. Horripilante. Cada vez que abre la boca, el desastre está garantizado. Había comenzado con expresiones racistas sobre quién come plátanos: “No somos como Inglaterra. Aquí viene Opti Pobà, que antes comía plátanos y ahora juega de titular en la Lazio". Empeoró las cosas al afirmar que fue "tratado peor que el asesino de Kennedy". Tavecchio es una caricatura patética y dañina, pero ¿qué pasa con aquellos ejecutivos que apoyan su candidatura? Galliani y Lotito, ¿no les da un poco de vergüenza? ¿Y el Inter de Moratti y Thohir seguirá jugando a la virgen?

Pero las mechas, como decíamos, nunca vienen solas. El indulto parcial solicitado por el subdirector de "Fatto Quotidiano" Marco Travaglio para Fabrizio Corona, que cumple su condena en la prisión de Opera, es asombroso. Travaglio argumenta que la pena impuesta a Corona por extorsión, de unos 13 años de prisión que luego se rebajó a 9, es demasiado dura, porque se agrava con el denominado delito de impedimento, es decir, la pena que no admite reducciones de pena y que se toma para las fotos chantaje contra el exdelantero centro de la Juve, David Trezeguet. Para Travaglio, se necesitaría un acto de clemencia para "un niño que ha hecho todo tipo de cosas pero sin lastimar a nadie más que a sí mismo". Pobre coco. Muchos han oído hablar de análisis de la crisis de la justicia en Italia, pero la provocación de un manejador primerizo como Travaglio nos ofrece una clave original para entender: en la cúspide de los problemas de la justicia e Italia está el caso Corona. Y pensar que no nos habíamos dado cuenta...

Otro punto a destacar es también la última película de Sabina Guzzanti, "La negociación", que pretende sorprender atacando al primer ministro y apoyando la irrisoria tesis según la cual el acuerdo entre Matteo Renzi y Silvio Berlusconi sobre Italicum es el último fruto del plan P2 de Licio Gelli que había tenido su eje fundamental en el ascenso al poder del jefe de Forza Italia y en la negociación Estado-Mafia. Para lanzar una película con pocas pretensiones se puede recurrir a todo, pero ¿Guzzanti está ahí o lo hace ella?

Finalmente, lo inefable Cricket. Como ya no acierta ni un acierto y la táctica suicida del Aventino adoptada en el Senado acabó en un sensacional gol en propia que dio ventaja a la mayoría sobre la reforma, el humorista intenta explorar otros caminos buscando nuevas alianzas. “¿Bossi? Sí, fue un estadista”, afirma ahora Grillo. Trate de decirle que ni siquiera los seguidores de la Liga Norte de Maroni y Salvini ya no piensan así, quienes deben recuperar las sumas que indebidamente terminaron en los bolsillos de Bossi. Aunque sea por razones muy nobles como comprar un título falso en Albania en Trota. Pero no nos escandalicemos: como siempre, las provocaciones de Grillo no son política, sino pura comedia (¡por así decirlo!) y muchos italianos empiezan a entenderlo. 

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