Los líderes económicos y políticos del estado italiano parecen estar de acuerdo: en el contexto de las grandes maniobras corporativas que involucran a Telecom Italia, el gobierno debe tomar medidas para proteger el interés nacional.
Sobre Telefónica "Creo que tanto Bassanini como Giacomelli dijeron sabias palabras". Así ha comentado hoy Graziano Delrio, subsecretario del presidente del Gobierno, las declaraciones del número uno del CDP, Franco Bassanini, y del subsecretario de desarrollo económico con competencias en telecomunicaciones, Antonelo Giacomelli, sobre la oferta del grupo español para adquirir Gvt, filial brasileña de Vivendi.
En el marco de esta operación, Telefónica también ofreció a la francesa el 8,3% de Telecom Italia, es decir, la participación mayoritaria que -tras la escisión de Telco y la entrega de las acciones vinculadas al bono convertible- corresponderá también a la totalidad de la participación de la ibérica grupo en el capital de la empresa italiana.
Según Bassanini, estamos frente a "un acto hostil hacia Telecom Italia por parte de su principal accionista, para bloquear la fusión Gvt-Tim Brasil". El presidente de Cassa Depositi e Prestiti se preguntó entonces si la iniciativa "no plantea un problema nacional".
Giacomelli también intervino ayer sobre el asunto: “No somos ni pasivos ni entrometidos –dijo el subsecretario–. El Gobierno está siguiendo el asunto con atención y está decidido a perseguir el interés general del país”.
