“En 2015, los ahorros de costes señalados como valor máximo obtenible de la revisión del gasto no serían suficientes, por sí solos, para alcanzar los objetivos programáticos, si fueran a financiar el alivio del Irpef, evitar el aumento de ingresos y cubrir además los gastos relacionados desembolsos con programas existentes no incluidos en la legislación vigente”. Así lo afirmó el director general adjunto del Banco de Italia, Luigi Federico Signorini, en una audiencia en la Cámara sobre la Def.
En cuanto a 2014, "se abrió con un panorama macroeconómico que mejora lentamente -continuó Signorini- y con los primeros signos de recuperación de la demanda interna: consumo, inversiones".
El director general adjunto de Via Nazionale reiteró entonces la necesidad de "garantizar la sostenibilidad de la deuda pública, ya que no nos la impone sólo la obligación de respetar las reglas que nos hemos dado en Europa, ni sólo la preocupación por lo esencial, mantener la confianza de los mercados, ganada con tanto sacrificio. Es requisito fundamental de la buena y prudente administración de los asuntos públicos”.
Para lograr este objetivo, “el equilibrio financiero no debe perseguirse con estrategias miopes – añadió Signorini -. Los procedimientos europeos permiten algunos márgenes de flexibilidad que pueden aprovecharse, de acuerdo con las autoridades europeas, siempre que al mismo tiempo exista una estrategia de reforma creíble y una brújula segura para las decisiones de finanzas públicas”.
Y precisamente en este punto, según Signorini, el diseño de políticas económicas “debe respaldar la confianza de las empresas y los hogares, continuar con la implementación de reformas. La mejora gradual de las expectativas de las empresas y los hogares debe continuar. Es necesario consolidar la relajación de las tensiones en el mercado de deuda soberana, lo que sin duda refleja la mejora del clima de mercado en relación con el euro, en las finanzas públicas y en las perspectivas de crecimiento, pero también en la evolución contingente de los mercados globales”.
El Def “propone acciones conjuntas y simultáneas: la reducción de la deuda pública, la reactivación del crecimiento y la vuelta a la normalidad de los flujos de crédito, la adopción de reformas estructurales que aumenten la productividad – concluyó el gerente de Palazzo Koch -. Son objetivos que uno no puede dejar de compartir. Es importante que la acción reformadora sea eficaz y coherente con estas premisas”.
