Italia pierde su último "A" en su rating, el que hasta hoy le atribuye la agencia canadiense Dbrs, que ha decidido hoy rebajar el rating de la deuda italiana a BBB estable, alineándose así con las demás agencias internacionales que ya había retirado la calificación "A" del Estado italiano. La sentencia refleja las incertidumbres políticas que hacen más difícil que el gobierno logre las reformas anunciadas y las dificultades del sector bancario: la sentencia pesa "una combinación de factores - dice la nota - incluida la incertidumbre sobre la capacidad política para apoyar los esfuerzos de reformas estructurales y la continua debilidad del sistema bancario, en un período de fragilidad del crecimiento".
Incluso si la agencia canadiense no se encuentra entre los Tres Grandes de la calificación internacional (Standard & Poor's, Moody's y Fitch), la pérdida de la "A" para Italia todavía tiene su importancia, ya que dificulta que los bancos italianos depositen en el gobierno. bonos como garantía con los bancos centrales para obtener liquidez a cambio. Según algunas cuentas, al sistema crediticio italiano le faltarán unos 30 millones de euros de liquidez, munición que los propios bancos podrían haber utilizado para apoyar a las empresas. Ante la empresa canadiense, el descenso ya había sido sancionado por los tres gigantes del sector: Standard & Poor's, Moody's y Fitch. El primero con un rating de BBB-, el segundo con un Baa2 y el tercero con un rating BBB+.