Es posible que los italianos se despidan pronto de los estudios sectoriales, pero tendrán que lidiar con el "Medidor de ahorro". Así se llama la nueva y poderosísima arma antievasión en manos de la Agencia Tributaria, que de hecho podrá escudriñar las cuentas corrientes de cualquier persona en busca de indicios de irregularidades.
¿QUÉ ES EL MEDIDOR DE AHORRO?
La gestación fue larga. Establecido incluso con el decreto de ahorro-Italia del gobierno Monti (2012), el risparmiómetro tuvo que pasar por una serie de etapas intermedias: la adhesión de los bancos, la creación del software y, por último, el visto bueno de la Garante de privacidad, llegó a finales de abril. En este punto, todo lo que falta es la circular de implementación firmada por el director de la Agencia Tributaria, que debería llegar en las próximas semanas (quizás tan pronto como la próxima semana). Después de eso, comenzará un período de prueba, para completar los últimos detalles y evitar que las autoridades fiscales molesten a los contribuyentes que no lo merecen.
¿CÓMO FUNCIONA?
Pero, ¿cómo funciona el Contador de Ahorros? De hecho, la nueva herramienta permite a la administración tributaria comparar los saldos anuales de las cuentas corrientes, con el fin de detectar cualquier inconsistencia entre el dinero ahorrado o depositado y los ingresos declarados a las autoridades fiscales. En realidad, este Gran Hermano fiscal podrá acceder a mucha información: no solo cuentas corrientes, sino también cuentas de ahorro, bonos de ahorro, tarjetas de crédito, productos financieros emitidos por compañías de seguros o por empresas que se dedican a la venta de metales preciosos. . Y todo eso se cruzará con los datos que lleguen de bancos, correos, INPS y administraciones financieras.
¿CUÁNDO COMENZARÁN LOS CONTROLES?
Por supuesto, el ojo de los ingresos nunca puede controlar realmente a todos los contribuyentes. Son demasiados. Por lo tanto, la operación se realizará por muestreo, pero no aleatoriamente: la evaluación comenzará automáticamente sobre la base de criterios muy precisos. En general, quienes transfieran a su cuenta corriente flujos de dinero que no sean acordes con su nivel de vida serán objeto de cheques. Las sospechas, sin embargo, no son certezas: los contribuyentes naturalmente tendrán la oportunidad de demostrar la legitimidad de sus activos en la fase contradictoria. Para quienes no resulten convincentes, se desencadenará la disputa formal y eventualmente, eventualmente, la sanción.