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Cuentas corrientes, acciones, bonos: el 30% de los italianos no los conocen

El Informe Consob sobre las opciones de inversión de las familias italianas confirma el bajo nivel de conocimiento y educación financiera del país, lo que requiere un claro salto en la calidad de las iniciativas educativas.

Cuentas corrientes, acciones, bonos: el 30% de los italianos no los conocen

Octubre, mes dedicado a la educación financiera, acaba de finalizar con numerosas iniciativas, principalmente desarrolladas por instituciones e intermediarios financieros, algunas de las cuales merecen ser recordadas por la profundidad y eficacia de los mensajes difundidos. Desafortunadamente, el sentido justificado de complacencia que surge de estos eventos se desvanece rápidamente si lee atentamente las páginas del Informe anual sobre las opciones de inversión de los hogares italianos presentado en Consob y editado por un equipo de expertos, coordinado por Nadia Linciano, jefa del Departamento de Investigación de esa Autoridad.

Su juicio es, de hecho, decididamente poco tranquilizador: “El conocimiento financiero de los italianos sigue siendo bajo y, en la mayoría de los casos, las elecciones económico-financieras no siguen un proceso de toma de decisiones estructurado, como lo demuestran, por ejemplo, las la falta de difusión de la planificación financiera.

Así pues, vamos a detallar los principales aspectos examinados en el Informe, elaborado a partir de una muestra estadística de entrevistas a más de 3 personas, más de un tercio de las cuales ya habían sido contactadas el año anterior.

Un rasgo interesante que surge de la encuesta es que el género masculino demuestra ser predominante en las decisiones de inversión de familias italianas (unas tres cuartas partes); aunque en más del 80% de los casos resulte que las propias decisiones sean compartidas con el cónyuge o con otros miembros del núcleo familiar.

Otro elemento característico de esta foto general es la decidida aversión al riesgo y a las posibles pérdidas por parte de la mayoría de nuestros compatriotas, con dos tercios de los encuestados que no están dispuestos a aceptar incluso pérdidas leves de sus inversiones.

Pasando, entonces, al conocimiento financiero, hay datos ciertamente desalentadores: más de una quinta parte de los entrevistados declara no conocer ninguna de las nociones económico-financieras básicas (inflación, relación riesgo/rendimiento, diversificación, características de la hipoteca, interés compuesto); el 54%, entonces, no es capaz de hacer un simple cálculo porcentual; Al final, más del 30% desconoce el panel estándar de productos financieros que consiste en cuentas corrientes, acciones, bonos, fondos mutuos y bitcoin.

También nos hace pensar en el desajuste entre el conocimiento real y las evaluaciones ex post en materia económico-financiera (es decir, luego de la verificación puntual de las nociones antes mencionadas) con desviaciones que determinan la sobreestimación de la propia cultura financiera en el 28% de los casosdando lugar así al peligroso fenómeno de exceso de confianza en las decisiones de inversión.

Todo ello se refleja, como ya subrayara Nadia Linciano, en la escasa difusión de la planificación y control de las elecciones financieras. Solo un tercio de los encuestados tiene un plan financiero y de estos “solo el 40% monitorea su avance en detalle” con relativa anotación de gastos; mientras que, entre los que no planifican, ¡el 42% incluso considera inútil tener un plan financiero!

Otros datos preocupantes que se desprenden de la lectura de este Informe son:: el uso limitado de un asesor financiero (20%) de las familias italianas, que prefieren confiar en los consejos informales de amigos o conocidos (40 %) o incluso decidir con total autonomía (40 %); desconocimiento de inversiones socialmente responsables, con un 55% sin opinión de los tres factores ESG (Environmental, Social and Governance); el porcentaje residual de inversores (5%) que declaran tener en su cartera productos de Categoría ISR (Inversión Sostenible y Responsable).

Por lo tanto, no se puede dejar de estar de acuerdo con el pensamiento de la coordinadora del Informe, cuando afirma que "es importante fortalecer las iniciativas de educación financiera, cuidando no sólo de transmitir nociones e información, sino también de despertar el interés de los destinatarios de las propias iniciativas. Consob está trabajando en esta dirección, también dentro del Comité Nacional de Educación Financiera, de Seguros y de Seguridad Social y en colaboración con las escuelas y muchos actores públicos y privados”.

Advertencia a la que debe añadirse el juicio autoritativo expresado públicamente por el Gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, en su reciente Prolusion en la Universidad de Cagliari con motivo de la inauguración del curso académico 2019/20. Por un lado, abogó por una fuerte inversión pública y privada en el capital humano de nuestro país, “esencial para aumentar la productividad y el empleo”; por otro, destacó que “el retorno de la inversión en conocimiento va más allá de la dimensión económica”.

Desafortunadamente, la evidencia del último Informe sobre las Finanzas Públicas Italianas, editado por Giampaolo Arachi y Massimo Baldini, muestra cuán lejos está, de hecho, la voluntad de nuestro país de embarcarse con decisión en este camino virtuoso del desarrollo sostenible.

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