Apoyar a los bancos con otras fuentes de financiación para las pequeñas y medianas empresas italianas. Ese es uno de los principales objetivos del ministro de Economía, Fabrizio Saccomanni, quien habló ayer en una reunión organizada en la Tesorería con ejecutivos de bancos, administradoras de fondos y aseguradoras. Entre otros, estuvieron presentes el número dos de Bankitalia Salvatore Rossi, el presidente de BNL Luigi Abete, y el presidente de Cariplo y responsable de las fundaciones Giuseppe Guzzetti.
Era la primera vez que los protagonistas del sector financiero decidían reunirse para hablar de la crisis crediticia, que ahora daña "incluso a las empresas sanas", como reconoció el propio Saccomanni. En la apertura del encuentro, Rossi recordó algunas cifras: según el centro de estudios Bruegel de Bruselas, el 43% de los casi cuatro millones de OMI italianos encuentran obstáculos para obtener préstamos bancarios y cuando lo consiguen pagan un interés anual del 4,20%, mientras que el banco que los recibe es financiado en tres años por el BCE a un costo de menos del 1% y las empresas competidoras en Francia y Austria pueden permitirse gastar casi la mitad en los retornos.
Ese es precisamente el punto: reducir el peso de los bancos en el sistema general de crédito. En Estados Unidos, el 70% de la financiación empresarial llega a través de bonos o fondos de inversión y solo el 30% de instituciones, mientras que en la Eurozona el 70% de los préstamos se captan en bancos y el 30% en el mercado. En Italia, en cambio, más del 90% de la financiación sigue dependiendo de las instituciones. La alternativa más discutida ayer fue la de los fondos de crédito.
Saccomanni también tomó nota de la solicitud de los bancos de una mayor desgravación fiscal a medida que surgen pérdidas en préstamos a empresas insolventes. Luego, el ministro relanzó la titulización, que permite revender el crédito en el mercado.
Anexos: Rastro del discurso de saludo del Ministro de Economía y Finanzas Fabrizio Saccomanni
