Nueve años de prisión para Sergio Cragnotti, cuatro para Cesare Geronzi, Gianpiero Fiorani absuelto. Esta es la sentencia emitida ayer por la noche por los jueces de la primera sección penal del tribunal de Roma al concluir el juicio sobre el accidente de Cirio. Se trata de penas inferiores a las solicitadas por la fiscalía por un caso que entre 2002 y 2003 provocó la mora de bonos por 1,215 millones de euros y el castillo de naipes de la galaxia liderado por Cragnotti y compañía se derrumbó. “Me quedo tranquilo, se aclarará en apelación”, comentó por su parte Geronzi. «Uno nunca está satisfecho ante una sentencia, que siempre genera sufrimiento –subrayó el abogado Nicola Madia, defensor de la gestión extraordinaria de Cirio-. Sólo me consuela saber que una nación de ahorradores, que ha visto esfumarse sus ahorros, puede recuperar parte de lo que perdió».
Unicredit y los acusados condenados, de hecho, tendrán que pagar una indemnización de 200 millones de euros. En cuanto a la abogada Paola Severino, quien defendió a Gerionzi, subrayó: “No puedo ocultar la decepción para mi cliente y para el sistema bancario en su conjunto, porque esta sentencia atenta contra el riesgo empresarial, que también asume penal. No niego que también hay un aspecto positivo representado por la reducción de la pena frente a lo solicitado por los fiscales”. El abogado de Codacons, Luigi Ciratella, defendió a cerca de un millar de los más de 35 ahorradores implicados en el siniestro. « Se reconocía como compensación el 5 por ciento del valor nominal de las acciones o bonos que se hubiesen comprado. Y que terminaron en humo».
