Para evitar una cadena de quiebras empresariales, desbordadas por la crisis provocada por el Coronavirus, el Gobierno debe hacer más, como lo están haciendo Francia y Alemania. Así lo afirma Assonime (la asociación de sociedades anónimas italianas) en una carta enviada por el presidente Innocenzo Cipolletta al primer ministro Giuseppe Conte y al ministro de Economía, Roberto Gualtieri.
Si bien reconoce que el decreto 18/2020 emitido en los últimos días por el Gobierno en apoyo de las empresas "va en la dirección correcta", Assonime cree que la intervención es "inadecuada, en términos de tamaño y métodos de aplicación, para hacer frente al dramático crisis de liquidez a la que se enfrentan las empresas italianas”.
Cuatro peticiones que Assonime hace al Gobierno:
1) un aumento sustancial de las asignaciones generales para cubrir medidas de apoyo a las empresas a través del sector bancario; 2) la extensión de los beneficiarios a todas las empresas, aunque en el marco de una diferenciación de instrumentos y medidas; 3) elevar la cobertura máxima de garantía al 90% de la totalidad del stock de préstamos vigentes; 4) la aplicación sistemática del principio de "primera demanda" a todas las garantías asumidas por el Estado italiano.
Cipolletta concluye su carta instando finalmente a la máxima simplificación de los trámites para acceder al aval estatal para que la intervención extraordinaria de apoyo a las empresas llegue realmente a su destino.
