Desacoplar el crecimiento económico de Europa del consumo de recursos y preocuparse por uno transición energética justa. Parece un llamamiento más de las organizaciones ecologistas contra todos aquellos que obstaculizan el desarrollo de un nuevo modelo económico. En cambio, es el quid del último informe de la AEMA, la Agencia Europea de Medio Ambiente: “Transiciones justas y sostenibles: del concepto a la práctica”. El documento está en línea y fue preparado para dar indicaciones a los gobiernos sobre los riesgos que una transición excesiva puede causar en el tejido social. Fue publicado unas horas antes de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y causará debate en las próximas semanas.
Gobernar mejor la transición
El proceso de una economía más sostenible y protectora del medio ambiente en Europa y en el mundo no se cuestiona, pero con el tiempo se han desarrollado buenas razones para evitar que genere nuevas desigualdades. Es hora de gobernar mejor las transiciones y crear justicia hacia la sostenibilidad, dice la AEMA. Por primera vez se expresa la necesidad de revisar fundamentalmente los mecanismos de producción de bienes y servicios. Los protagonistas de una revolución tan compleja deben saber que las decisiones que deben tomar son multidimensionales. Durante años, la Unión Europea ha estado dividida sobre el camino a seguir, hasta el punto de recompensar con consenso electoral a las fuerzas abiertamente opuestas a cualquier cambio. De una forma u otra tenemos que lidiar con el liderazgo en el campo, comenzando fuera de la UE con el de Trump.
La Comisión recién elegida tiene la responsabilidad de adoptar medidas correctivas para abordar el problema consecuencias socialeslos potencialmente regresivos de la transición verde. Más concretamente, ¿quién debería pensar en ello? ¿Cómo? Diferenciarse entre Meloni, Orban, Macron y Scholz no es fácil dadas las diferencias de visiones y los problemas abiertos. El informe de la Agencia, sin embargo, no elude la pregunta y como solución indica la implementación de "procesos participativos de toma de decisiones, el reconocimiento de diferentes culturas, valores y capacidades". Todo gira en torno a garantías de equidad hacia los objetivos del Pacto Verde.
La prueba para Ursula von der Leyen
El enfoque del informe parece apolítico, en el sentido de que las indicaciones operativas deben aplicarse a todos, pero es bien sabido que no es así. Detrás de la esperanza de un nuevo método de trabajo se esconde la falta de armonía de los costos de las políticas climáticas y medioambientales. Hay quienes pagan más y quienes no sienten pasión por la economía verde. Los expertos han examinado estudios de caso y quizás por eso se dice que para no fracasar en adelante es necesaria “una participación equitativa en el proceso de toma de decisiones, permitiendo la participación de los grupos vulnerables y reconociendo y discutiendo con diferentes perspectivas y culturas". Si no vemos nuevos avances, planes obstaculizados por lobbys de todo tipo, que no tienen en cuenta las especificidades, las desigualdades, las cuestiones locales o las tendencias socioeconómicas geográficas, no llegarás muy lejos. Es más que una certeza. “Las orientaciones políticas del presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, Se refieren a la necesidad de garantizar una transición justa para todos”, escribe finalmente la AEMA. Pero el presidente debe esforzarse mucho para no fracasar.
La victoria de Trump sobre la CopP29
Mientras tanto, el Consejo de la UE ha publicado los datos sobre la contribución de la UE al clima en los países en desarrollo en 2023. 28,6 millones de euros especialmente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Cifras que confirman "los esfuerzos decididos de la UE y sus Estados miembros para respetar sus compromisos financieros internacionales en favor del clima, en particular hacia el objetivo colectivo de los países desarrollados de movilizar 100 mil millones de dólares al año hasta 2025". Dentro de unos días (9-11 de noviembre) hablaremos de ello en la COP29 en Bakú y entenderemos mejor lo que significa la victoria. Donald Trump en los EE.UU. Los delegados de todo el mundo hablarán sobre estrategias contra el cambio climático y los recursos que se pondrán a disposición. Estados Unidos tiene un peso considerable pero con la conservador En la Casa Blanca el escenario se torna sombrío para los próximos cuatro años. Europa tendrá repercusiones por las posiciones de Trump, ya que incumplirá los acuerdos climáticos de París por segunda vez. Y ni siquiera nos sorprendería que los representantes del gobierno también fueran más blandos con las cosas que hacer y el dinero que se debía presupuestar. Donald puede ser un muy mal maestro.