Italia encabeza el ranking mundial de corrupción percibida y se ubica a la par de países como Ghana y Macedonia. Así se desprende del segundo informe elaborado por la comisión de prevención del fenómeno de la corrupción presidida por el concejal Roberto Garofoli y designada por el ministro de Administraciones Públicas, Filippo Patroni Griffi.
Las últimas encuestas sobre el índice de corrupción percibida calculado por Transparencia Internacional, señala el Informe, sitúan a Italia en el puesto 69. En particular, la encuesta habla de un progresivo empeoramiento de la corrupción percibida en los últimos años. Si nuestro país se ubicara entre los menos corruptos, la tasa de crecimiento económico se habría más que triplicado en el corto plazo y casi se habría duplicado entre 1970 y 2000. Además, cada punto de descenso en el ranking de percepción de la corrupción resulta en una pérdida de 16 % de inversiones del exterior.
La corrupción obstaculiza el progreso tecnológico de las empresas, "animadas a invertir en el mercado de sobornos más que en innovación e investigación", escribe la comisión.
Según un estudio reciente del Banco Mundial, citado en el Informe, “las empresas obligadas a lidiar con una administración pública corrupta y que tienen que pagar sobornos crecen en promedio casi un 25% menos que las empresas que no enfrentan este problema”. Las pymes y las empresas más jóvenes son las más afectadas: las pequeñas empresas tienen una tasa de crecimiento de las ventas más de un 40 % inferior a la de las grandes.
