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Coronavirus y servicios públicos: los efectos de la emergencia sanitaria

Las primeras respuestas de los operadores a un cuestionario de Agici sobre el impacto de la emergencia sanitaria en las empresas de gas, electricidad, agua y residuos con la vista puesta en las tendencias de consumo y producción y las inversiones, pero también en los problemas de recuperación

Coronavirus y servicios públicos: los efectos de la emergencia sanitaria

¿Cuáles son los impactos de la emergencia sanitaria en el mercado de las utilities a corto y medio plazo? ¿Continúan las inversiones? ¿Se vieron afectadas las actividades operativas? ¿Qué intervenciones gubernamentales son consideradas prioritarias por los operadores?

Para dar una respuesta, aunque preliminar, a estas preguntas, enviamos un breve cuestionario a alrededor de 60 socios de Agici, muchas empresas líderes del mercado, obteniendo indicaciones de interés. Los 30 encuestados tienen una facturación total de alrededor de 35 mil millones de euros y una plantilla de alrededor de 100.000 empleados.

En cuanto a la contexto de mercado, los datos finales del 1T 2020 indican caídas progresivas en el consumo de electricidad (hasta -24% en las primeras semanas tras el confinamiento nacional), y gas (-29% industrial y -26% termoeléctrico, con constante residencial). La dinámica de precios también presenta serios problemas, con una caída del PUN medio hasta los 32 €/MWh en marzo, hasta los 20 €/MWh durante la semana de mediados de abril.

Fuente: Procesamiento Agici de datos GME y Snam. Rebajas para la semana del 23 al 29 de marzo en comparación con la semana del 2 al 8 de marzo.

En cuanto a los residuos, existen aspectos críticos relacionados con la ralentización de la demanda de materias primas secundarias y la consecuente acumulación de stocks, las dificultades en la exportación de residuos y las dificultades operativas derivadas del manejo especial de residuos potencialmente infectados. En cuanto al agua, se prevén posibles aumentos del consumo doméstico, impulsados ​​por descensos significativos del consumo industrial. Dada la disponibilidad de datos, para ambas actividades en la actualidad no es posible cuantificar la entidad de los fenómenos.

A partir de estos datos objetivos preguntamos a las empresas de la muestra cuáles eran las impactos en la producción en residuos, agua, electricidad y gas en Q1 2020, un año (marzo 2021) y 24 meses (marzo 2022). Los valores resumidos en la Figura 3 son en gran parte indicativos pero representativos de las expectativas de los operadores.

Las respuestas se ponderan con referencia a la facturación total de cada encuestado. Los porcentajes promedio simple son sobre valores comparables, a excepción de agua y electricidad a 12 meses que muestran -2% y -10% respectivamente

Los descensos de la electricidad y el gas en el 1T 2020 afectan tanto al consumo como a los precios y dependen en gran medida de la considerable reducción de la actividad industrial. En cuanto a la generación eléctrica, la reducción del consumo afectó principalmente a las termoeléctricas de origen fósil. En residuos y agua la reducción es menor, ya que estos se ven menos afectados por el cierre de plantas industriales. En el caso de los residuos, se observa que el sector se ve impactado negativamente por la reducción en la producción de residuos industriales, y por la dificultad de encontrar mercados de salida para las materias primas secundarias por el cierre de muchas plantas y por el bloqueo de las exportaciones. En cuanto al agua, la expectativa es que los aumentos moderados del consumo doméstico no sean suficientes para compensar la considerable reducción de los usos industriales.

Aún observando la Figura 3, las previsiones a 12 meses muestran signos positivos para el agua, y una reducción menos importante para los sectores de electricidad, gas y otros. Residuos es el único que no se beneficia de mejoras sino que empeora su posición, probablemente debido a las incertidumbres sobre la recuperación de los mercados secundarios durante el año. En 24 meses, los encuestados esperan que termine la ralentización, con una vuelta al crecimiento de los residuos y la electricidad, y una situación de estancamiento del gas y otras actividades.

Existen expectativas heterogéneas por parte de las empresas desarrollos de transicion energetica, renovables y eficiencia energética (Figura 4).

Una parte mayoritaria cree que las tendencias continuarán aunque con algunos meses de retraso, ya que están en un camino hacia la sostenibilidad económica capaz de independientemente del apoyo público. Por otro lado, alrededor de un tercio cree que la evolución se ralentizará, determinada por la focalización de los recursos en las actividades básicas y una posible caída de la inversión pública. Finalmente, una de cada cinco empresas apuesta por una aceleración de estas tendencias como posible motor de recuperación. En el corto plazo, mientras los proyectos en construcción continúan, aunque se vean frenados por el cierre de sitios de construcción y las dificultades de la cadena de suministro, se esperan incertidumbres para las inversiones no respaldadas por incentivos, bajo la presión de la reducción de los precios de la energía.

Que factores ¿Determinarán el ritmo de la recuperación? Las opciones de apoyo público tendrán una gran importancia. Un tercio de los encuestados indicó riesgo de crisis de liquidez y dificultad para acceder al crédito. También son relevantes los temas críticos para los bloqueos al tránsito internacional de mercancías y las tendencias proteccionistas.
Finalmente, entre otras, señalamos dos respuestas que tienen sobre el tema de la estabilidad social y la confianza ciudadana en las instituciones.

Que risposte inmediato ¿Han sido implementados por las empresas? La mayoría de los encuestados indicó medidas de seguridad para los empleados, ajustes operativos para el trabajo remoto y reorganización de procesos en el campo. A esto le sigue la necesidad de remodular inversiones y personal, y consideraciones relacionadas con la reducción de liquidez. En este contexto, se disparan iniciativas inmediatas para fortalecer TI y activar nuevos servicios digitales. En dos casos se activó la producción de dispositivos sanitarios.

Acerca de inversiones, mientras que la mayoría de las empresas señalan una desaceleración menor al 20% o entre el 20 y el 40% de sus inversiones, tres empresas informaron que no habrá reducción y cuatro señalaron una reducción mayor al 80%. La razón fundamental es la dificultad operativa y logística para los protocolos de seguridad y el cumplimiento de las prescripciones gubernamentales. Con las obras cerradas y las actividades limitadas a lo esencial, se espera un retraso en la ejecución de gran parte de las inversiones en curso. Más preocupante es el posible recorte de nuevas inversiones debido a las numerosas incertidumbres, en particular respecto a la dinámica de la demanda y la oferta.

Finalmente, investigamos las prioridades de intervención del gobierno para atender la emergencia y, sobre todo, para facilitar la recuperación. Las respuestas se ilustran en la Figura 5.

Los socios ofrecieron sugerencias muy articuladas sobre las iniciativas que esperan sean implementadas por el sector público, una señal de la gran importancia que tiene la actividad de los gobiernos europeos, nacionales y regionales en esta coyuntura. Sin entrar aquí en detalles, a continuación se indican los principales puntos que surgieron:

a. El papel de las instituciones nacionales y europeas se considera fundamental en el apoyo a las empresas y los consumidores, en particular en lo que respecta al apoyo a la demanda, la liquidez, el acceso al crédito y el apoyo al empleo con redes de seguridad social;

b. Se solicita relanzar las políticas ya aceptadas relativas a la transición energética, la economía circular y la eficiencia energética. Estos desarrollos, con el apoyo público adecuado, como mantener o aumentar los recursos del nuevo trato verde, pueden ser una fuerza impulsora para la recuperación;

c. Estas iniciativas pueden implementarse de manera efectiva si pasan a formar parte de un marco estratégico bien definido, que prevea una orientación hacia los recursos, incluso con un aumento del gasto público y la prioridad de las intervenciones de infraestructura;

d. Las intervenciones de burocratización también son fundamentales. El tema ciertamente no es nuevo, pero en esta situación de crisis es vital acelerar los procesos de inversión prodrómicos para una reactivación general de la economía;

e. Los sectores en cuestión ya han desarrollado una serie de iniciativas en energía, infraestructura de agua y residuos que podrían activarse rápidamente si se dieran las condiciones adecuadas, incluidas las autorizaciones.

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