La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, anunció un proyecto de resolución con nuevas sanciones contra Corea del Norte, declarando durante la reunión del Consejo de Seguridad que Estados Unidos pretende obtener una votación sobre el texto el próximo lunes.
Washington quiere que Naciones Unidas imponga "las sanciones más duras posibles" a Pyongyang en respuesta a su sexta prueba nuclear. La actuación del régimen norcoreano demuestra que "está rogando por la guerra", "nuestra paciencia no es infinita", añadió el embajador.
Rusia y China, por su parte, insisten en el camino de la diplomacia: “Nunca permitiremos el caos y la guerra en la península de Corea”, declaró el embajador chino ante la ONU, Liu Jieyi.
“Se necesita serenidad y, sobre todo, continuar por el camino de las negociaciones para resolver la crisis del programa nuclear y de misiles de Corea del Norte -añadió el embajador ruso en el Palacio de Cristal, Vassily Nebenzia-. Hay una necesidad urgente de mantener la calma. cabeza y abstenerse de acciones que puedan causar una mayor escalada de la tensión”.
Moscú apoya la propuesta de Pekín de congelar los ensayos nucleares y de misiles de Corea del Norte a cambio de la suspensión de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, condición que, sin embargo, Washington no está dispuesto a aceptar.
Haley incluso habló de un "insulto", porque "Corea del Norte efectivamente abofeteó a la comunidad internacional, que le pidió que se detuviera". La crisis va mucho más allá de Naciones Unidas: Estados Unidos mirará a todos los países que hacen negocios con Corea del Norte como países que apoyan su programa nuclear”.