Meta final. Juventus e Inter enfrentarse cara a cara por segunda vez en una semana (la tercera en 23 días, considerando también el campeonato) para llegar al último acto de la Copa de Italia, previsto para el 19 de mayo, probablemente en San Siro (falta aún el oficial, pero el Olimpico será requisado por la UEFA para la Eurocopa). En comparación con el martes pasado, es una historia completamente diferente, porque aquí ya no habrá lugar para ningún tipo de error: el que comete errores simplemente se va a casa. comienza desde1-2 en la ida, resultado que favorece mucho a los bianconeri, que incluso podrían conformarse con un gol de diferencia. En definitiva, los porcentajes de calificación están sesgados hacia Turín, pero El Inter tiene toda la intención de intentar la gran remontada.
“Tendremos que jugar en la Juve como lo estamos haciendo últimamente, son muy organizados – advirtió Pirlo – Conocemos bien a Conte, sabemos que tienen jugadores muy fuertes, han recuperado a Hakimi y Lukaku que son fundamentales, habrá que prestar mucha atención. Este gran reto nos da la posibilidad de llegar a la final, objetivo que queremos conseguir. Será un partido duro, pero estamos preparados para afrontarlo de la mejor manera posible”.
“Trabajamos bien, es la mejor manera de intentar ganar el partido e intentar pasar, la idea de historia – Tenemos que jugarlo con ganas y determinación, tratando de ser perfectos, porque hay que ser perfecto para ganar a la Juventus. Sabemos que debemos ser el orgullo de nuestra afición, quien viste esta camiseta tiene la obligación de hacerlo independientemente de la victoria: esa es nuestra misión”.
Respeto sí, miedo no. Juventus-Inter, al menos según los dos entrenadores, se presenta como un desafío abierto y equilibrado, donde no habrá lugar para ningún tipo de asombro. Ciertamente no pueden tenerlo yo bianconeri, volviendo de 6 victorias consecutivas entre el campeonato, la Copa de Italia y la Supercopa, en la que marcó 14 goles encajando sólo uno. Un cambio de marcha que empezó desde el partido contra el Inter el 17 de enero, mal perdido, sí, pero presagio de nuevos estímulos y motivaciones. A partir de esa tarde volvió al campo con cierta estabilidad. Giorgio Chiellini, pero más en general, Pirlo parece haber encontrado finalmente el once inicial en todos los departamentos.
Sin embargo, ni Conte puede tener miedo, porque las dos temporadas anteriores han demostrado que su Inter, en términos de resultados (en la liga) y rendimiento (en la Copa de Italia) no solo la jugó en igualdad de condiciones, sino que incluso fue capaz. a Mejor. Eso sí, para darle la vuelta al resultado ante la Juve en casa se necesita un partido perfecto, tanto desde el punto de vista ofensivo (se necesitan dos goles de diferencia o, en su defecto, un acierto marcando al menos tres) como defensivamente.
Las elecciones de los entrenadores, en definitiva, se vuelven fundamentales, sobre todo cuando ambos lidiamos con ausencias importantes. Pirlo tiene que prescindir del hematoma Bonucci (el objetivo es recuperarlo para el Nápoles), también está luchando contra el virus intestinal que ha golpeado Arturo e Morata (el brasileño está fuera, se decidirá por el español esta mañana tras finalizar). Su 3-5-2 verá así a Buffon en la portería, Demiral, De Ligt y Danilo en defensa, Cuadrado, McKennie, Bentancur, Rabiot y Chiesa en el centro del campo, Kulusevski y Ronaldo en ataque.
Los problemas de Conte, por otro lado, se llaman Sanchez e Vidal, descalificado por amonestación recibida en el partido de ida (Arturo también se lesionó en Florencia y la Lazio también debería perderse): en comparación con el martes pasado, sin embargo, están de vuelta Hakimi e Lukaku, imprescindible para dar el asalto a la Juve. El 3-5-2 nerazzurri estará por tanto formado por Handanovic en la portería, Skriniar, De Vrij y Bastoni en la zaga, Hakimi, Barella, Brozovic, Gagliardini y Young en el centro del campo, Lautaro Martínez y Lukaku como dupla ofensiva.