2015 fue un excelente año para las cooperativas italianas, una realidad que siempre ha sido subestimada pero que se configura como parte fundamental del emprendimiento italiano.
Así lo demuestra el análisis realizado en colaboración por la Oficina de Estudios Agci, el Área de Estudios Confcooperativa y el Centro de Estudios Legacoop, una verdadera radiografía del universo de las cooperativas locales que ayuda a comprender mejor, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, cómo funcionan las cooperativas.
Al 31 de diciembre de 2015, había 79.487 empresas cooperativas registradas en las Cámaras de Comercio, un aumento del 1,5 % en comparación con 2014. El 35 % de las cooperativas activas están ubicadas en las regiones del Norte, mientras que el 19 % están ubicadas en el Centro. A pesar de ello, la Región con mayor número de cooperativas activas es Sicilia (11.884, seguida de Lombardía con 11.220 y Lazio con 8.619).
En cuanto a las nuevas altas, en 2015 se constituyeron 7.003 empresas cooperativas, cifra que supone una reducción del 8,1% respecto al año anterior así como la cifra más baja desde 2009. A pesar de ello, el equilibrio entre altas y bajas sigue siendo positivo, con una tasa de crecimiento (relación entre el saldo de altas/bajas registradas en el período considerado y el stock de empresas registradas al inicio del mismo período) que asciende de 2009 a 2015.
Desde un punto de vista territorial, en Italia hay una media de 13 cooperativas activas por cada 10 habitantes, mientras que en algunas zonas del Sur hay más de 25 cooperativas activas por cada 10 habitantes.
En referencia a las diferencias de género, hay que destacar el crecimiento del emprendimiento cooperativo femenino que en 2015 representó el 23,3% del total (18.539 en 2015 frente a 17,991 en 2014. Por el contrario, las cooperativas juveniles activas se reducen con 7.718 cooperativas activas de “menores de 35 años ” (eran 7.828 en 2014).
Finalmente, se constata un aumento de cooperativas activas de extranjeros: 4.811 en 2015 frente a 4.614 en 2014. La incidencia sobre el total, en términos porcentuales, asciende al 6,1%.
