“La estructura alar del abejorro, en relación a su peso, no es apta para volar, pero él no lo sabe y vuela de todos modos”. Una metáfora que retrata lúcidamente la situación económico-política italiana y, ciertamente, también muy bien la europea. Crisis económica, política y social pero Europa sigue viajando, a diferentes velocidades según la posición geográfica, pero sigue viajando, hacia donde aún no se ha decidido. Estos fueron los puntos cruciales de la conferencia "EUROPA: NOS AMÓ MUCHO", celebrada en la Universidad Lumsa de Roma y promovida por la organización estudiantil "Buenos Días, Juventud" de la misma universidad.
Todos los oradores destacados fueron Tobias Piller, corresponsal de Frankefurter Allgemeine Zeitung; Mario Baldassarri, economista y ex Viceministro de Economía; Antonia Carparelli, profesora de Lumsa y exconsultora económica de la Comisión Europea; Giovanni Ferri, prorrector de Lumsa y profesor de economía.
Durante el encuentro no faltó tiempo para la confrontación, las opiniones encontradas y las diferentes miradas, y esta fue precisamente la seña de identidad del evento: poder presentar al público un panorama de las diferentes opiniones sobre el papel que tendrá que jugar Europa. en el transcurso de los próximos años. ¿Ser más unidos? ¿Persiguiendo el sueño de unos Estados Unidos de Europa? ¿O volver a ser una serie de estados separados?
No han faltado críticas a Europa, como su falta de "compasión" hacia los países en dificultad y su falta de flexibilidad, como el fuerte apego al rigor económico impuesto a los griegos por la crisis de 2011 que llevó a la cuna de civilización a ser una nación devastada. Por otro lado, hay quienes recordaron que muchos países, desde el inicio de esta aventura, sobre todo monetaria, no han sido capaces de invertir correctamente para mejorar la vida de sus ciudadanos debido a un manejo fallido de sus finanzas públicas, como por ejemplo Grecia, Italia y España, y atribuyeron a esto la causa de todos los males.
La Europa que aparece a los ojos de sus ciudadanos está hoy cada vez más dividida, aislada en el escenario global y aplastada por China y Estados Unidos. Dependerá de nosotros – argumentaron los estudiantes – decidir qué hacer con Europa y qué futuro queremos.
