Al 30 de junio de 2021 i los convenios colectivos nacionales son 985, un 3,7% superior al trimestre anterior y un 5,3% a junio de 2020, a pesar de la emergencia sanitaria por el Covid-19. De estos, 61,9% están vencidos. Esto es lo que se desprende del último número de Noticias sobre el Mercado Laboral y Archivo Nacional de Convenios Colectivos de la CNEL que recoge la relación de los contratos vigentes, incluyendo las fechas de estipulación, vigencia y extinción, así como las partes contratantes.
En detalle, a excepción del empleo público, los sectores en los que se registra un mayor porcentaje de contratos vencidos son: Crédito y Seguros (85,7%), Impresión y Entretenimiento (81,8%), Construcción (72%). En referencia a la fecha de caducidad establecida en los textos individuales y respecto de los documentos depositados en el Archivo, cabe señalar que existen 69 contratos que vencieron en el primer semestre de 2021 y aún no han sido renovados, así como otro 81 que vencerá en la segunda mitad de 2021 y 117 que se espera en 2022.
Actualmente, con la incorporación de los acuerdos recibidos durante el semestre, se recopilan en el Archivo CNEL 6.053 documentos relativos a la negociación nacional. De ellos, 2.003 forman el archivo actual y 4.050 el archivo histórico.
Además, entre los temas tratados en la Newsletter, destacamos el de caída de la tasa de natalidad; el impacto de Sostegni-bis en el trabajo, el nuevo Convenio Colectivo Nacional de Trabajo para la pequeña y mediana industria mecánica; los efectos de la pandemia en desigualdades de genero; datos sobre las pensiones de los empleados públicos y la habitual revisión normativa.
“No podemos hablar de PNRR y de recuperación sin partir de los contratos vencidos y de la calidad de las condiciones laborales, incluso económicas, de los trabajadores, que ahora están desfasadas. Un buen punto de partida puede ser el nuevo contrato para metalúrgicos. hay más de 10 millones de trabajadores con contratos vencidos. La renovación podría dar impulso a una nueva temporada contractual, que ya no puede postergarse más, también porque los efectos laborales del PNRR, no solo según el CNEL, son inciertos e inferiores a lo declarado en los planes de otros países”, escribió el presidente Tiziano treu, en el editorial del nuevo número del Boletín.
“Las crisis de los últimos años hasta 2020 han puesto de manifiesto que los sistemas nacionales de protección social vigentes hasta el momento son incapaces de dar respuesta a las nuevas criticidades sociales y deben apoyarse en recursos y directrices comunes de la Unión Europea -prosiguió Treu-. La excepcionalidad del momento exige el coraje de innovar incluso en las políticas sociales, como se ha hecho en las opciones de Próxima generación de la UE. Necesitamos un salto cualitativo que se refleje en la concepción misma de la calidad y funciones de un bienestar adecuado para las generaciones futuras”.
Finalmente, el Presidente de CNEL destacó cómo las iniciativas emprendidas durante la emergencia (por ejemplo, la SURE), “debe hacerse estructural y acompañarse de la finalización de las demás intervenciones contenidas en el plan de acción y propuestas por la Comisión Europea. Estas iniciativas son también un estímulo útil para repensar las estructuras de nuestro bienestar nacional, empezando por el italiano que ha mostrado muchas fragilidades e insuficiencias".
