Giuseppe Conte tiene hasta el sábado para alcanzar el triplete y que es recibir del presidente de la República, Sergio Mattarella -quien ha iniciado las consultas para formar el nuevo gobierno-, la tarea de intentar su tercer gobierno, el llamado Conte-ter. La cabeza del Estado fue muy claro: para volver a otorgarle el puesto a Conte, quiere estar seguro de que el primer ministro saliente encontrará los números para crear un gobierno "fuerte y cohesionado". y con una clara impronta europeísta, que está a la altura de las exigencias que llegan desde Bruselas para la puesta en marcha del Plan de Recuperación y las consecuentes reformas.
Ayer en el Senado ya se ha formado un grupo de unos diez "gestores", pero eso no es suficiente: por ahora, sin el apoyo de Italia Viva, la mayoría formada por Pd, Cinque Stelle y Leu, llegaría al Palazzo Madama con 154 o 157 votos, es decir, por debajo de la mayoría absoluta. Para navegar tranquilo Conte necesitaría otra docena de senadores que no es fácil de encontrar. O debería ir a Canossa a Matteo Renzi e pide el apoyo abierto de Italia Viva, que es posible pero a precios políticos muy altos, porque Renzi no prejuzga al primer ministro pero nunca ha ocultado que prefiere otras soluciones a la reconfirmación de Conte.
El sábado veremos cuáles serán las opciones de Mattarella pero, si Conte falla y no recibe la reelección, avanzarían otros candidatos. Un problema preliminar es entender si la tarea de formar el nuevo gobierno se le daría a un político -es decir, a uno de los máximos exponentes del Cinco Estrellas o del Partido Demócrata- o a una figura independiente.
En el primer caso, los candidatos en la pole position son el canciller Luigi Di Maio para el Cinco Estrellas y el Ministro de Economía Roberto Gualtieri, después de eso para el Pd tanto Nicola Zingaretti como Dario Franceschini han excluido sus candidaturas. Esta mañana, sin embargo, "La Repubblica" adelanta otra hipótesis en parte política y en parte institucional y es el regreso al Palacio Chigi del vicepresidente y comisario de asuntos económicos de la UE, Paolo Gentiloni, con la posible pasaje a Asuntos Exteriores o a Bruselas del primer ministro saliente Giuseppe Conte.
Pero de la chistera de Mattarella pueden surgir otros candidatos, como el del economista Carlos Cottarelli, que ya era explorador al inicio de la legislatura, o la del Gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, considerando que, como en los tiempos de Carlo Azeglio Ciampi, el Banco Central siempre ha sido una reserva de la República. Se anuncia que los próximos días serán eléctricos.