Si no te vas ahora, simplemente no entiendes cuándo. La agricultura social es la oportunidad que Italia puede aprovechar en esta fase de recuperación. A la política, a excepción de algunas buenas medidas tomadas para evitar sucumbir a la crisis por completo, no le importa mucho. Una organización histórica cercana al mundo agrícola como es Confagricoltura ha decidido, sin embargo, dedicar un programa específico a este reto. Se llama "Agro-Social: sembremos valor", concebido junto con JTI Italia (Japan Tobacco International) para incentivar el desarrollo de actividades empresariales y el crecimiento sostenible de los territorios.
Se programan planes de trabajo para la integración social y laboral de los sujetos más débiles a quienes el Estado piensa poco. Confagricoltura invierte recursos en ello, porque como explicó su Gerente General Francesco Postorino, estamos convencidos de que estamos apoyando un “modelo virtuoso y competitivo de desarrollo económico y social, que permite la aplicación de políticas de bienestar en el territorio local”.
Trabajaremos en los territorios para conjugar productividad, salud y sustentabilidad.
El atractivo del programa también llega con un concurso que otorgará 40 y 30 euros a dos proyectos de sostenibilidad e innovación en Veneto, Toscana, Umbría y Campania.
Las solicitudes hasta el 11 de septiembre a agro-social@confagricoltura.it deben provenir de granjas, empresas sociales, fundaciones, empresas emergentes. Una buena sinergia con JTI Italia que se unió a Confagricoltura para "potenciar la creatividad y el espíritu empresarial de las pequeñas empresas que trabajan en estrecha colaboración con el territorio y las comunidades locales", comentó Lorenzo Fronteddu, gerente de la organización. Una estrategia incluyente que debe instar a la política a hacerse cargo de fortalecer los lazos de solidaridad en el campo. En una época de profundos cambios sociales donde crece la sensibilidad ambiental y el buen vivir.