Según una investigación realizada por IBM sobre más de 30 adultos en 16 países, los compradores online más ávidos son los coreanos, que han superado incluso a los chinos, que ocupan el segundo lugar, y a los japoneses en cuanto a compras electrónicas. El resultado de la encuesta quizás despierte alguna sorpresa, sabiendo la predilección que los japoneses siempre han mostrado por el mundo de la web. Nadie duda de que los japoneses son ávidos usuarios de Internet, pero, según los investigadores de IBM, prefieren chatear en microblogging y redes sociales a las compras en línea.
Una de las preguntas del cuestionario preguntaba cómo, en línea o fuera de línea, se realizó la última compra. El 48% de los coreanos respondió que había comprado online, frente al 44% de los chinos y el 32% de los japoneses (y la cifra es aún más significativa si tenemos en cuenta una media del 27% de los 16 países considerados). Sin embargo, los consumidores chinos ostentan otro récord: el de ser los más activos en el intercambio de información vía internet con otras personas interesadas en los mismos artículos o similares.
Y hay otra cosa que los chinos saben hacer muy bien: el "showrooming", que consiste en echar un vistazo al codiciado producto en una tienda "real", para cerciorarse mejor de que las propiedades y características son las que uno quiere, y luego comprarlo en línea. Los habitantes del Celestial Empire también son los más dispuestos a sacrificar su privacidad, accediendo (62 %) a dar a los vendedores sus datos personales de contacto con la esperanza de que los inunden de descuentos y ofertas.
Los coreanos (28%) y los japoneses (20%) son mucho más celosos de su privacidad. Finalmente, chinos y coreanos muestran hábitos diferentes también en lo que respecta a los factores que fomentan la disposición a comprar: los primeros afirman estar influenciados sobre todo por el boca a boca de otros consumidores, mientras que los segundos se ven particularmente afectados por la publicidad en línea.