El balance del comercio exterior italiano volvió a ser positivo en julio, con un superávit de 1,4 millones de euros, aún por debajo de los 1,6 millones registrados en el mismo mes del año pasado. En el periodo enero-julio de 2011 el déficit ascendió a 20,7 millones de euros, también en este caso un valor muy superior al de 2010 (-13,8 millones). En el mismo periodo, el saldo no energético es positivo (+16,9 millones) y superior al de 2010. El dato ha sido comunicado hoy por Istat. En julio se registraron aumentos cíclicos para ambos flujos: +1,6% para las importaciones y +1% para las exportaciones.
El aumento de las importaciones está ligado al aumento de las compras en los mercados de la UE (+3,4%), mientras que para las ventas el crecimiento se debe a la tendencia hacia los mercados extracomunitarios (+2,2%). En los últimos tres meses se confirma el crecimiento cíclico de las exportaciones (+0,7%), con una mayor variación en los mercados extracomunitarios (+2,1%). Por su parte, la variación cíclica de las importaciones fue negativa (-2,3%).
En base anual hay aumentos del 6,1% para las importaciones y del 5,4% para las exportaciones. En los mercados fuera de la UE, por otro lado, el crecimiento de los flujos es casi el doble (+8% importación y +7,5% exportación) en comparación con el mercado de la UE (+4,4% importación y +3,7% exportación). En los primeros siete meses de 2011, el crecimiento anual fue del 16,4% para las compras y del 14% para las ventas, con variaciones más consistentes para los mercados extracomunitarios (+22,2% para las importaciones y +16,7% para las exportaciones).
En julio, los sectores más dinámicos fueron el de productos energéticos (importación +19,9%) y el de productos intermedios (+7,2% en exportaciones y +6,2% en importaciones). Le siguen de cerca los bienes de capital para la exportación (+6,3%). Cae el comercio de bienes de consumo duraderos (-11,7% para las importaciones, -2,5% para las exportaciones).
El crecimiento de las exportaciones en julio estuvo impulsado por las ventas de metales básicos y productos metálicos a Alemania y Suiza y de maquinaria y electrodomésticos a Estados Unidos y Alemania. El aumento de las importaciones está determinado principalmente por la compra de petróleo y gas a Rusia, productos refinados del petróleo a Estados Unidos y Rusia y metales a Turquía.
