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Alimentación y medio ambiente: nuestros hábitos alimentarios son insostenibles

“El cambio climático, el aumento de la población mundial y el aumento del nivel de vida en las economías emergentes hacen que nuestros hábitos alimentarios sean insostenibles. Aquí están las soluciones".

Alimentación y medio ambiente: nuestros hábitos alimentarios son insostenibles

La producción de alimentos (a partir de la carne) representa hoy el 70% del consumo de agua, el 40% del consumo de la tierra así como la principal fuente de producción de gas (30%), según Naciones Unidas. Pero, ¿qué pasará cuando la población mundial aumente en otros 3 millones de personas para 2050, como prevé la ONU? Las estimaciones sugieren que ya en 2030 podría haber un desequilibrio del 40% entre la producción y la demanda de agua potable. La agricultura y nuestros hábitos alimentarios necesariamente tendrán que cambiar.

En primer lugar hay un tema de residuos: en todo el mundo se estima que un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde y se desperdicia. Luego está un aspecto relacionado con los métodos de producción y los hábitos alimentarios. De hecho, hasta hace poco tiempo la agricultura no se había visto tan afectada por la revolución tecnológica como otros sectores. Se estima que la penetración digital fue solo del 0,3 % en todo el mundo, en comparación con el 12 % de la distribución minorista (fuente AgFunder); obviamente, estos son promedios y las realidades individuales pueden diferir sustancialmente.

El uso de tecnología (como robots, drones, sensores, control de producción vía satélite, pero también cadenas de distribución más eficientes) es cada vez más popular y Se espera que el sector agrícola invierta fuertemente en tecnología en los próximos añosquintuplicar las inversiones actuales. En este contexto, las economías de escala podrían volverse cada vez más cruciales.

De hecho, algunas tecnologías podrán hacer que la agricultura sea más sostenible: soluciones biológicas que permitan mejorar la producción respetando el medio ambiente, innovaciones como la agricultura vertical (para aprovechar mejor la tierra), técnicas de riego que ahorran agua, el uso de algas, mayor uso de proteínas vegetales, hasta experimentos con carne creados en laboratorio.

Se trata, entre otras cosas, de un cambio que es solicitado por los propios consumidores, especialmente por parte de los jóvenes, y que se cruza con la demanda de alimentos cada vez más saludables. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente el 80% de los casos de diabetes, enfermedades cardíacas y circulatorias están relacionados con dietas poco saludables. Hay muchas oportunidades para los inversores: por ejemplo, las proteínas vegetales forman parte de un segmento donde el crecimiento podría acercarse al 28% anual, mientras que otros sectores como el riego sostenible y los tratamientos biológicos también se espera que crezcan rápidamente.

El cambio radical que deberá afrontar la industria agrícola requerirá algún tipo de alianza entre los productores y, probablemente, la intervención de gobiernos que puedan poner en común algunas inversiones, que de otro modo serían demasiado grandes.

°°°El autor es el Jefe de Gestión de Activos de UBS

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