2017 se caracterizó por una recuperación generalizada del crecimiento mundial que se vio respaldada por un aumento del comercio. Según los datos correspondientes a los tres primeros trimestres del año, las exportaciones mundiales de mercancías crecieron un 4,3% a/a, el valor más alto desde 2011. Entre los principales exportadores, el crecimiento fue especialmente intenso en los países asiáticos: +7,8% en China, +8,2% en Corea del Sur y +5,8% en Japón.
El ranking de los principales exportadores del mundo en 2017 se mantiene sin cambios respecto al año anterior, con China, Estados Unidos y Alemania en las 3 primeras posiciones. Sin embargo, la parte china, equivalente al 13,6% del total, es hoy más de 9 puntos porcentuales superior a la de 2001 (año de adhesión a la OMC). Entre otros, fue EE.UU. el que pagó el precio del aumento del peso chino, que perdió 2,7 puntos sobre la porción de exportaciones cubiertas en 2001. Italia, que representa el 2,8% de las exportaciones mundiales, ocupa la novena posición.
Tanto el aumento del proteccionismo como las crecientes dificultades para definir nuevos acuerdos comerciales pesan sobre la evolución futura del comercio. Un estudio de Global trade alert (que adopta una definición amplia de una medida comercial potencialmente restrictiva) cuenta cerca de 4.300 medidas proteccionistas introducidas entre mediados de 2009 y mediados de 2017. Los países del G7 (más Australia) a mediados de 2017 fueron responsables del 55 % del total de las nuevas medidas introducidas.
Entre los acuerdos comerciales internacionales bajo revisión, TPP y NAFTA representan los más interesantes, debido a sus importantes implicaciones económicas y políticas. Después de que EE. UU. se retirara de las conversaciones del TPP, parecía poco probable que se llegara a un acuerdo entre los países restantes. En cambio, gracias sobre todo a la iniciativa de Japón, la entrada en vigor del acuerdo podría producirse a partir de 2019. El nuevo TPP debería suponer una salida de 10 billones de dólares.
El papel de la OMC, un pacto entre 164 países que representa el 85% del comercio mundial, también se debate hoy, aunque en un nivel puramente informal. Las reglas de la organización se remontan a principios de la década de XNUMX cuando se intentó, entre otras cosas, involucrar a los países de Europa del Este. El modelo definido se aplicó luego también a otras economías en transición, incluida China, que según algunos observadores habría obtenido una ganancia neta del sistema.